Cada niño tiene una personalidad única que lo hace diferente a los demás. Existen niños inquietos, pero también tranquilos, algunos más juguetones y otros más independientes e incluso niños con mal temperamento.
Los niños con mutismo selectivo tienen problemas para hablar en determinadas situaciones. Por lo general, no muestran signos de angustia en otros casos, pero se negarán a hablar, incluso cuando no exista ningún riesgo para su seguridad.
También se usa el término “mutismo electivo”, ya que en cierta forma el niño “elige” permanecer en silencio por algún motivo
Son pocos los niños que presentan este trastorno; además no debe confundirse el mutismo selectivo con la timidez. El mutismo selectivo en niños se diferencia de dicho rasgo en que quienes padecen el trastorno pierden la capacidad de hablar sólo en ciertos entornos o ante ciertas personas en específico.
El problema del mutismo selectivo radica en que, al afectar la capacidad del habla del niño, éste presentará serios inconvenientes para desenvolverse en el entorno social. Además, cuando no es tratado, el mutismo selectivo puede acompañar al niño incluso en su vida adulta. Mientras más se prolongue el mutismo selectivo, más tiempo requiere tratarlo.
Causas del mutismo selectivo
Actualmente, se desconoce cuáles son las causas del mutismo selectivo. Sin embargo, algunos investigadores teorizan que podría tratarse de un trastorno de tipo fóbico. Es decir, un miedo irracional generado en el niño debido a alguna experiencia altamente desagradable.
Otros consideran que las causas podrían tener alguna relación con antecedentes familiares de trastornos de ansiedad, timidez extrema o propiamente mutismo selectivo.
SEÑALES del mutismo selectivo infantil: ¿Cómo saber si es un mutismo selectivo?
En la mayoría de los casos, las señales de mutismo selectivo en niños se manifiestan entre los tres y cuatro años de edad. Erróneamente, muchos padres pueden confundir las señales del mutismo selectivo con rasgos de timidez, lo que dificulta su diagnóstico.
Por otro lado, el diagnóstico por un profesional no suele hacerse hasta que el niño comienza a cursar su educación primaria, ya que en esta etapa los síntomas del mutismo selectivo son más notables. Las señales de que un niño podría padecer mutismo selectivo son las siguientes:
- ✤ Facilidad para hablar en el hogar, pero dificultad para hablar completamente o medianamente en otros ambientes o ante desconocidos.
- ✤ Incapacidad para hablar con cualquier clase de adulto conocido, incluidos los padres, al estar frente a terceras personas.
- ✤ Comunicación mediante movimientos de la cabeza, expresiones faciales o gestos en sustituto de la comunicación verbal.
- ✤ Incapacidad o dificultad para comunicarse con compañeros del colegio, lo que puede verse reflejado en la ausencia total o parcial de amigos.
- ✤ Actitudes de parálisis ante situaciones sociales.
¿Cómo afecta el mutismo selectivo en el aprendizaje?
Por norma general, el mutismo selectivo provoca sufrimiento en el niño o niña que lo padece: no se adaptan bien a su entorno y pueden tener problemas en su desarrollo personal, social y escolar como consecuencia del desajuste emocional por el que están pasando.
La escuela es el lugar donde un niño interactúa de forma casi constante: se relaciona y habla con compañeros, profesores, monitores, niños de otros cursos, se realizan trabajos en grupo, exposiciones de trabajos, exámenes orales, etc. Por eso, el niño que no habla, o sea con mutismo selectivo, se encuentra con múltiples situaciones que le son incómodas.
Tampoco le es fácil expresar necesidades cotidianas como pedir permiso para ir al lavabo, querer repetir un plato en el comedor o quejarse de alguna situación o compañero.
Todo ello, en la mayoría de casos, repercute negativamente en los resultados académicos de un niño con mutismo infantil, ya que la escuela resultará un lugar bastante difícil de gestionar.
¿Qué profesional diagnostica el mutismo selectivo?
Son varias las personas que pueden detectar indicios de mutismo selectivo en el niño: madre, madre, profesores, etc. Cualquiera que esté en su entorno cercano y lo conozca bien. Pero el diagnóstico del mutismo selectivo sólo puede hacerlo un profesional ya que, tal y como hemos dicho antes, frecuentemente se confunde con timidez extrema y hay que discriminar bien los síntoma.
Para un correcto diagnóstico de mutismo infantil, lo más recomendable es consultar un psicólogo infantil: este profesional analizará y evaluará el niño y su entorno, buscará posibles causas, analizará vías por las que abordar el problema y propondrá un tratamiento.
En ocasiones, a la terapia psicológica para el mutismo selectivo se le añade la evaluación y tratamiento de un fonoaudiólogo, para abordar el paciente desde la perspectiva emocional y física.
Mutismo selectivo: tratamiento
Aunque el mutismo selectivo representa un gran obstáculo para la desenvoltura social de quienes lo padecen, con el tratamiento adecuado la mayoría de los niños pueden superar por completo el trastorno. En cuanto antes sea diagnosticado, menos tiempo suele requerir el tratamiento para eliminar el trastorno.
Los tratamientos para el mutismo selectivo más utilizados son la terapia conductual y la terapia cognitivo-conductual derivada de una de las principales corrientes psicológicas más reconocidas: el cognitivismo . Es importante que los padres que sospechen o hayan diagnosticado con un profesional que un niño padece mutismo selectivo, eviten presionarlo para que hable o demostrar sorpresa en caso de que lo haga, ya que esta clase de actitudes podrían empeorar el trastorno.
Lo recomendable es actuar de forma afectuosa cuando el niño hable. Sobre todo no coaccionar emocionalmente. No se le debe provocar angustia al niño por su incapacidad de hablar, al contrario: el enfoque paternal debe hacer sentir al niño que lo más importante no es hablar, sino sentirse a gusto y que podrá hablar cuando se sienta preparado.
Cuentos para trabajar el mutismo selectivo
Entre los tratamientos para el mutismo selectivo infantil, los cuentos actúan como una herramienta eficaz para hacer que los niños pierdan el miedo a hablar en entornos donde no se sienten cómodos.
Para aprovechar los cuentos para trabajar el mutismo selectivo es necesario evitar realizar preguntas directas durante la lectura del cuento. Por ejemplo, si aparece un conejo en el libro de cuentos, resulta más efectivo decir que “la vaca es bonita”, motivando al niño a que hable para corregir al adulto que ha llamado vaca al conejo.
Esta recomendación se debe aplicar en cualquier situación, tanto cuando se está sólo con el niño como en entornos donde están presentes más personas.
Cabe destacar que la utilización de cuentos personalizados puede resultar especialmente efectiva, ya que esta clase de cuentos permite colocar el nombre del niño, de forma que pueda verse reflejado en un personaje de la historia.
Algunos cuentos como el clásico “Patito feo” permiten que el niño se sienta identificado con el protagonista, puesto que también enfrenta dificultades en el desarrollo social, de manera que el niño podrá ver que no es el único con su problema. Además, también verá que su problema puede ser superado.
Por todas estas razones, los cuentos pueden ser un tratamiento eficaz a modo de terapia para disminuir la gravedad de los síntomas del mutismo selectivo
Conclusiones sobre el mutismo selectivo
La capacidad de hablar y comunicarse libremente tiene un papel fundamental en las interacciones humanas, por lo que cuando un niño pierde esta capacidad debido al mutismo selectivo, es natural que éste presente problemas para desenvolverse en su entorno social.
Por ello, cuando se perciben señales de este trastorno es necesario acudir a un psicólogo infantil y empezar la terapia adecuada que permita al niño adquirir la capacidad de hablar en cualquier entorno. Además, debe tenerse claro que este trastorno es mucho más grave que la timidez, ya que esta última es sólo un rasgo de las personas con dificultad para relacionarse en situaciones sociales nuevas y no una completa incapacidad para hablar.
Referencias Bibliográficas
- BASILE, D. P. D. H. S. “MUTISMO SELECTIVO” EN NIÑOS.
- Oerbeck, B., Manassis, K., Overgaard, K. R., & Kristensen, H. (2018). Mutismo Selectivo. Manual de Salud Mental Infantil y Adolescente de la IACAPAP, 1-25.
Cuando niña sufrí de mutismo selectivo y claro tenía ganas de hablar pero me paralizaba y sentía mucho miedo y ansiedad y pienso mucho que todo lo provocó la separación de mis padres y el abandonó .un trauma que provocó que yo decidiera no hablar con nadie en el colegio solo con una amiga .