La personalidad anancástica, también conocida como Trastorno Anancástico de la Personalidad (TAP), es un patrón de comportamiento caracterizado por la búsqueda obsesiva de la perfección y el control en diferentes aspectos de la vida, lo cual puede ser perjudicial para quienes lo padecen, pues se trata de una perfección inhumanamente sostenible.
La forma en que puede afectar significativamente la vida de quienes la padecen se puede manifestar interfiriendo en sus relaciones personales, laborales y su calidad de vida en general.
Se trata de un trastorno más complejo de lo que puede parecer a simple vista, por lo que es necesario abordar en profundidad la personalidad anancástica, su origen, sus rasgos distintivos, entre otros aspectos relevantes para saber realmente en qué consiste y cómo puede tratarse.
Origen del término
El término «anancástico» proviene del griego «anankē,» que significa necesidad o compulsión. Este patrón de personalidad fue definido por primera vez por el psicoanalista británico Havelock Ellis en 1898.
Posteriormente, se popularizó gracias al trabajo de otros prominentes psicólogos y psiquiatras. Desde su conceptualización, la personalidad anancástica se caracteriza por la necesidad constante de orden, perfección y control.
Aquellos que la padecen suelen sentir una profunda inquietud cuando las cosas no están organizadas según sus estándares o cuando no pueden ejercer un alto grado de control sobre su entorno.
Principales rasgos o síntomas de la personalidad anancástica o Trastorno anancástico de la personalidad
Los rasgos característicos de la personalidad anancástica incluyen:
Perfeccionismo extremo
Las personas con este trastorno establecen estándares inusualmente altos para sí mismas y para los demás. Sienten una intensa necesidad de que todo sea perfecto y pueden ser críticos y perfeccionistas, a menudo sin consideración por el impacto en sus relaciones, lo que tiende a entorpecerlas.
Necesidad de control
Experimentan una constante necesidad de controlar su entorno y las situaciones, de manera que la incertidumbre y la falta de control pueden generarles ansiedad significativa.
Rigidez y orden
Los anancásticos suelen ser extremadamente ordenados y meticulosos en su vida cotidiana, por lo que cualquier desviación de su rutina o de su entorno organizado puede ser inquietante.
Dificultades en las relaciones
El perfeccionismo y la necesidad de control pueden afectar negativamente sus relaciones personales, ya que ser críticos y exigentes con sus seres queridos, fácilmente genera conflictos y malentendidos.
Obsesiones y compulsiones
Aunque la personalidad anancástica no es lo mismo que el Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC), algunas personas con TAP pueden experimentar obsesiones y compulsiones relacionadas con la necesidad de perfección y control.
Relaciones de pareja: convivir con un anancástico
Convivir con una persona que tiene este trastorno de personalidad puede ser un desafío en las relaciones de pareja, puesto que los estándares de perfección y la necesidad de control pueden generar tensiones en la convivencia.
Sin embargo, no se trata de algo imposible, puesto que, aplicando las estrategias adecuadas y el esfuerzo suficiente, se puede lograr mantener una relación satisfactoria con una persona que padece dicho trastorno. Aquí hay algunas consideraciones clave para conseguirlo:
Mantener una comunicación abierta
La comunicación es fundamental. Ambos miembros de la pareja deben hablar abierta y honestamente acerca de cómo se sienten y cuáles son sus necesidades.
En este caso, la persona con una personalidad anancástica debe ser consciente de su tendencia al perfeccionismo y al control, y estar dispuesta a hacer concesiones.
Negociación y flexibilidad
La pareja puede llegar a acuerdos sobre las áreas en las que el perfeccionismo y el control son más relevantes y dónde pueden relajarse un poco.
Esto requiere flexibilidad por parte de ambas personas, de forma que los acuerdos permitan ganar a ambas partes.
Existencia de apoyo mutuo
Es importante que ambos miembros de la pareja se apoyen mutuamente en sus desafíos. Por un lado, la persona con anancástica puede trabajar en la gestión de su perfeccionismo, mientras que su pareja puede brindar comprensión y apoyo emocional.
Buscar ayuda profesional
En algunos casos, puede ser beneficioso buscar la ayuda de un terapeuta o consejero, ya que la terapia puede ayudar a abordar los patrones de pensamiento y comportamiento asociados con la personalidad anancástica y mejorar la dinámica de la relación.
Diferencias entre personalidad anancástica y el TOC
Es importante destacar que, como ya se mencionó, la personalidad anancástica no es lo mismo que el Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC), pese a que comparten algunas características.
Ahora bien, hay que destacar que existen diferencias significativas entre ambos trastornos:
Persistencia vs. Episódica
La personalidad anancástica implica rasgos de personalidad persistentes, como el perfeccionismo y la necesidad de control, que están presentes a lo largo del tiempo. En contraste, el TOC involucra episodios recurrentes de obsesiones y compulsiones que pueden no estar presentes todo el tiempo.
Angustia y discapacidad
En el TOC, las obsesiones y compulsiones causan una angustia significativa y pueden interferir en el funcionamiento diario. En el TAP, aunque los rasgos pueden generar dificultades en las relaciones, no necesariamente causan la misma angustia, pudiendo incluso ser mucho menor.
Tratamiento diferente
El TOC se trata típicamente con terapias específicas, como la Terapia de Exposición y Prevención de Respuesta (TEPR), y en algunos casos, medicación. El trastorno anancástico se aborda más a menudo a través de terapia cognitivo-conductual y terapia de apoyo para mejorar la calidad de vida.
Tratamiento del Trastorno anancástico de la personalidad
El tratamiento del Trastorno Anancástico de la Personalidad generalmente implica terapia psicológica, ya que no hay medicamentos específicos para abordar este trastorno de la personalidad. Algunas de las terapias más efectivas incluyen:
Terapia Cognitivo-Conductual (TCC)
La TCC se centra en identificar y cambiar patrones de pensamiento y comportamiento negativos. De esta manera, ayuda a la persona a comprender cómo sus pensamientos perfeccionistas y su necesidad de control pueden afectar su vida y sus relaciones. Además, a través de la terapia, se pueden aprender estrategias para manejar estos rasgos y reducir su impacto.
Terapia de Apoyo
La terapia de apoyo brinda un entorno seguro para que la persona pueda expresar sus pensamientos y emociones sin juicio, por lo cual puede ser útil para mejorar la calidad de vida y las relaciones, especialmente cuando el Trastorno Anancástico de la Personalidad ha causado dificultades en estas áreas.
Terapia de grupo
Participar en una terapia de grupo también puede ser muy beneficioso, ya que permite a las personas con el trastorno interactuar con otros que enfrentan desafíos similares. Asimismo, pueden compartir estrategias y brindarse apoyo mutuo.
Desarrollo de habilidades de afrontamiento
Aprender estrategias de afrontamiento saludables es fundamental en el tratamiento. Esto puede incluir aprender a manejar el estrés de manera efectiva, relajar la necesidad de control en todas las situaciones y fomentar la flexibilidad en el pensamiento y el comportamiento.
Conclusiones
El Trastorno Anancástico de la Personalidad puede perjudicar la calidad de vida de quienes lo padecen, al generarles la necesidad de alcanzar un nivel de perfección inhumano. Además, no afecta solo a quienes lo padecen, sino también a las personas cercanas que se relacionan con los anancásticos.
No obstante, a través de terapia y la aplicación de estrategias efectivas para el manejo de los síntomas del trastorno, las personas que lo padecen pueden lograr llevar una vida plena.
Referencias bibliográficas
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