Si conoces a alguien cercano con problemas de comportamiento o psiquiátricos, es probable que al menos una vez hayas oído hablar de la terapia cognitiva conductual (TCC). Pues bien, debes saber que existe una versión de esta terapia que agrega elementos de concienciación reflexiva para mejorar sus efectos, su nombre es Terapia Dialéctico Conductual.
Consiste en un programa altamente estructurado y de carácter intensivo que se adapta de forma específica para adolescentes que presenten ideación suicida, autolesión e inestabilidad emocional extrema.

TDC son las siglas que hacen referencia a la terapia conductual dialéctica (o también DBT según sus siglas en inglés). Funciona por medio de la combinación de atención plena con la terapia cognitivo conductual. Como resultado, la terapia logra modificar los comportamientos y sentimientos de los adolescentes que la utilizan.
Los objetivos de la DBT se ven reflejados en sus funciones. Los que están definidos en la estructura terapéutica son cinco:
- Aumento de las capacidades relacionadas con concentrarse en el presente, desarrollo interpersonal y regulación emocional.
- Aprender cómo utilizar lo aprendido en la consulta en contextos de la vida diaria.
- Reducir las conductas disfuncionales y aumentar la motivación.
- Permitir una modificación del ambiente que favorezca el alcance de objetivos terapéuticos a la vez que se evita reforzar las conductas negativas.
- Motivar al terapeuta a la vez que se mejoran sus habilidades como profesional.
Marsha Linehan psicóloga responsable del desarrollo de la TDC
El desarrollo de esta terapia fue posible gracias a la doctora Marsha Linehan, quien la creó en los años 70. En aquel entonces se presentó como un tratamiento alternativo para el trastorno límite de la personalidad en pacientes adultos.
En contexto, se consideraba que dicho trastorno no era fácil de tratar. Linehan se encargó de redefinirlo y reformularlo hasta el punto de que lo planteó como si se tratara únicamente de un problema relacionado con la regulación de las emociones. Esto permitió abordar al trastorno a través de una intervención estructurada.
Hay que destacar que una de las características del trastorno límite de la personalidad es la dificultad para regular las emociones, lo que deriva en conflictos interpersonales e impulsividad.
La doctora Linehan probó primero la terapia cognitivo conductual tradicional con sus pacientes de trastorno límite de la personalidad, pero después probó el enfoque basado en la aceptación inspirado en la concienciación reflexiva y la meditación. Desafortunadamente, este nuevo enfoque no mostró mejores resultados.
Finalmente, se le ocurrió mezclar la concienciación reflexiva con la estructura de cambio de la terapia cognitivo conductual, dando nacimiento a la terapia dialéctica conductual.

Terapia dialéctica conductual para adolescentes
La TDC aplicada a adolescentes está caracterizada por el tiempo individual con el psicólogo, terapia familiar y el entrenamiento de habilidades de manera grupal. De esta forma tanto los padres como sus hijos adolescentes adquieren habilidades nuevas que les permitan enfrentarse de mejor forma a las dificultades.
En el caso específico de la terapia familia, es posible que durante esta se hable sobre cosas tan simple como la situación de las cosas en casa. En tal situación el terapeuta puede actuar como mediador para apoyar a ambas partes al relacionarse. Asimismo, se les ofrece a los adolescentes la posibilidad de llamar a sus psicólogos en aquellas situaciones donde piensen en hacerse daño o cuando les haga falta ayuda adicional
Terapia dialéctico conductual para el trastorno de personalidad límite
Como ya se mencionó, esta terapia fue originalmente diseñada para tratar a personas con trastorno de personalidad límite. En la actualidad continúa siendo conocida como la terapia más idónea para ofrecer apoyo empírico a los pacientes de este trastorno.
Analizando las cosas desde la perspectiva propia de la terapia, se comprende que el trastorno límite de la personalidad consiste en un patrón regular de inestabilidad emocional a raíz de diferentes elementos biológicos que hacen que el paciente esté predispuesto a un ambiente invalidante restrictivo y vulnerabilidad emocional. En consecuencia, la persona no puede controlar sus emociones con normalidad.
Como resultado, las emociones se intensifican y se puede apreciar una sensación de vacío interior extrema, la cual suele venir acompañada de una intensa labilidad emocional, lo que puede dar como resultado comportamientos dependientes e impredecibles, autolesivos e incluso suicidas.
Teniendo todo esto en consideración, la DBT se esfuerza por trabajar los sentimientos de impotencia de la persona, su pasividad vital y su vulnerabilidad, de forma que se eliminen los sentimientos reprimidos y la expresión de angustia.
La terapia dialéctica conductual, ¿en qué se diferencia de la terapia cognitivo conductual?
Para empezar, la DBT es usada para ayudar a personas con conductas autodestructivas y problemas para regular sus emociones. Además, su base teórica es una modificación de la terapia cognitivo conductual (CBT según sus siglas en inglés).
Por su parte, la CBT, lejos de ser usada para ayudar a regular las emociones o evitar las conductas autodestructivas, se usa para ayudar a personas que logren analizar sus pensamientos y determinar qué tan correctos son. En este sentido, se enfoca en reducir o cambiar las creencias y conductas que no son saludables, a la vez que se favorecen las que sea positivas.
Por otra parte, la DBT también puede ser usada para cambiar algunas conductas, pero está más centrada en permitir a las personas ser conscientes de lo que sienten y aceptarlo. Para conseguirlo se centra en cuatro áreas ajenas a la CBT:
- Tolerancia de la angustia.
- Regulación emocional.
- Atención plena.
- Mejora de las relaciones interpersonales.
Además, otra diferencia radica en la estructura. La DBT tiene una estructura única de cuatro componentes:
- Consultas con un terapeuta siempre que sea necesario.
- Reuniones terapéuticas semanales para discutir los casos.
- Terapia individual semanal.
- Reuniones grupales para el desarrollo de habilidades como la regulación emocional cada semana.
CONCLUSIONES sobre la terapia dialéctica conductual
Son muchas las razones por las que la gestión emocional puede convertirse en una tarea complicada. Afortunadamente, existen terapias como la DBT que permiten entrenar las habilidades necesarias para que cada persona tenga el control total de sus emociones y trabajar al empatía.
El control emocional es una habilidad que no se debe subestimar, pues tiene una importancia clave en el bienestar en las diferentes áreas de la vida diaria.
Referencias bibliográficas
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