Aunque muchas personas lo ignoren, el suicidio constituye una de las formas más comunes de muerte. De hecho, entre las muertes no naturales ocupa la primera posición. Su origen se asocia con muchas causas, siendo quizá la más conocida la depresión, pero la realidad es que también puede ocurrir por imitación, tal y como lo describe el efecto Werther.
La existencia de este fenómeno permite sobredimensionar al suicidio. Por lo general se piensa que sus efectos se limitan a la autodestrucción de una persona. Sin embargo, cuando se presenta el efecto Werther, sucede que este acto puede afectar a terceras personas hasta el punto de llevarlas a realizar también un suicidio.

Origen del término: Fenómeno Werther
El origen del término se debe al sociólogo David Phillips, quien lo acuñó en 1974 para referirse a una conducta suicida imitativa. El término está inspirado en la novela “Las penas del joven Werther”, del escritor alemán Wolfgang von Goethe. En dicha obra el protagonista se suicida al no poder soportar lidiar con un amor no correspondido.
Tras la publicación de la novela en 1774, se registró la muerte de alrededor de cuarenta jóvenes en circunstancias similares a las del protagonista de la novela. Fue tan grave este suceso, que el libro se prohibió en algunos países como Dinamarca e Italia.
¿Qué El Efecto Werther y los medios de comunicación
En la actualidad, se dice que el efecto no es producido por dicho libro, sino por las noticias sensacionalistas que transmiten los medios de comunicación sobre el suicidio. Es por esto que se han realizado campañas para concientizar a los periodistas sobre la importancia de tener tacto al informar sobre esta clase de sucesos.
Específicamente, se recomienda que los medios minimicen los detalles que se dan sobre el hecho. Además, se hace hincapié en la importancia de no romantizar la información ni caer en el sensacionalismo en cualquier tema relacionado con el suicidio o quienes lo cometen.
En contraste, se recomienda que los medios informen sobre las consecuencias de este acto y, a su vez, ofrecer información relacionada con su prevención, siempre manteniendo fundamentos de objetividad y responsabilidad.
Cuando se ofrecen noticias sobre el suicidio siguiendo estas recomendaciones, se produce el denominado efecto Papageno, Este efecto constituye un factor de protección ante el suicidio. De hecho, permite abordar el tema desde una perspectiva positiva que facilita su prevención.
La imitación del lugar de suicidio y método suicida: heroizando a la víctima

Algunas investigaciones han señalado que el efecto de contagio del suicidio se ve favorecido como consecuencia de la forma en que los medios de comunicación tratan el tema, hasta el punto de que muchas veces heroizan a la víctima.
Es más común que el efecto Werther se presente cuando se dan muchos detalles sobre el suicidio, cuando se maneja el tema de manera sensacionalista o bajo una perspectiva de admiración hacia la víctima. Esta clase de abordajes favorecen la repetición de la conducta, sobre todo por parte de adultos jóvenes y adolescentes.
Algunas investigaciones han señalado que el efecto de contagio del suicidio se ve favorecido como consecuencia de la forma en que los medios de comunicación tratan el tema, hasta el punto de que muchas veces heroizan a la víctima.
Es más común que el efecto Werther se presente cuando se dan muchos detalles sobre el suicidio, cuando se maneja el tema de manera sensacionalista o bajo una perspectiva de admiración hacia la víctima. Esta clase de abordajes favorecen la repetición de la conducta, sobre todo por parte de adultos jóvenes y adolescentes.
El efecto contrario, o sea, la prevención del suicidio, no ocurre en los casos en que se utiliza la noticia para concientizar sobre la prevención del suicidio y para sensibilizar a la población.
Hay que decir que la existencia del efecto Werther no significa que no se deba hablar del suicidio. Por el contrario, hablar es importante para que quienes se vean afectados por ideas suicidas sepan encontrar una salida. Cuando se guarda silencio y se estigmatiza el problema solo se empeora la situación.
Claro está que la forma en que se habla del tema siempre debe ser asertiva y respetuosa para que se obtengan resultados positivos. De nada sirve tratar de invisibilizar una realidad.
Cabe aclarar que las obras de ficción y las noticias no alientan al suicidio en sí. El problema se encuentra en la forma en que se gestiona la información que ofrecen.
Casos Famosos de suicidios por imitación
A lo largo de la historia se han presentado múltiples ejemplos del efecto Wether motivados por personas famosas. Uno de los más conocidos es el de la actriz Marilyn Monroe en 1962. Su muerte encerró muchos misterios, pero fue presentada por la prensa a modo de suicidio y se adornó con sensacionalismo.
Las consecuencias no se hicieron esperar y las cifras de suicidios en Estados Unidos aumentaron poco después, así como también en algunos lugares de Europa. Se estima que Los Ángeles, lugar de la muerte de la actriz, fue el sitio donde más se intensificó el efecto.
Otro caso de suicidio por imitación es el del músico de la banda Nirvana, Kurt Cobain. Tras haberse suicidado, se presentaron casos de adolescentes en diferentes partes del mundo que imitaron su muerte en circunstancias similares.
Un caso más reciente es el relacionado con el actor Robin Williams, quien se suicidó en 2014. Tras su muerte las tasas de suicidios aumentaron. En este caso se pudo identificar que las principales víctimas fueron hombres, los cuales se suicidaron mediante ahorcamiento de la misma forma que el actor. Este último es considerado uno de los más grandes casos de efecto Werther de la historia.
Recomendaciones para evitar el suicido por imitación
Ante todo lo antes dicho ha quedado en evidencia que es de suma importancia realizar campañas para la prevención del suicidio desde múltiples ángulos, siendo el periodismo uno de ellos. La clave está en transmitir la idea de que el suicidio no constituye una alternativa impactante o deseable, sino algo que se debe evitar.
Asimismo, evitar en todo momento que se maneje información sobre este tema caer en el morbo o sensacionalismo, sino enfocarse lo máximo posible en la simpleza y evitar dar detalles. Las siguientes recomendaciones también deberían tenerse en cuenta:
El suicidio es algo lamentable. Nunca está bien que una persona atente contra su propia vida, pese a que a veces la literatura pueda idealizar este cometido hasta hacer ver a sus víctimas como mártires de las circunstancias.
Esta idea se aleja mucho de la realidad que encarna el suicido. Por ello, se debe evitar darle el más mínimo tratamiento romántico.

Esta recomendación está relacionada con entrar en detalles para hacer más llamativo el hecho. Lo cierto es que en esta clase de temas es ideal ser lo menos específico posible.
El sensacionalismo no solo alimenta el morbo y hace más viral la noticia, sino que los detalles sensacionalistas suelen ser los que más pueden actuar como inspiración para las personas proclives a verse afectadas por el efecto Werther
La tendencia a heroizar a las víctimas está caracterizada por elevarlas a un plano lejos de la humanidad. No se debe omitir en ningún momento el hecho de que las víctimas no son perfectas, sino que son humanos.
El tratamiento de seres ejemplares provoca admiración hacia las víctimas, creando otro factor que favorece la admiración.
Cuando no se realizan con suficiente responsabilidad, los reportajes de este tipo son los que con mayor facilidad pueden caer en el amarillismo. Darles a las personas demasiados detalles sobre lo que ocurre puede darles ideas de imitar el suicidio bajo las mismas circunstancias
Esta recomendación va de la mano con lo antes mencionado sobre la concientización sobre la prevención del suicidio. Muchas personas ignoran que en ocasiones el suicidio puede estar motivado por una enfermedad mental y como tal podría requerir ayuda profesional.
El desconocimiento de este hecho puede ocasionar que las personas decidan no acudir con un especialista, lo que constituye para las personas con ideas suicidas un riesgo muy alto de cometer el acto al no recibir un tratamiento adecuado.
La eficacia de estos programas ha quedado evidenciada en fenómenos con el efecto papageno. En la actualidad constituyen una de las herramientas más importantes en la lucha contra el suicidio.
Conclusiones
El suicidio constituye una de las formas de mortalidad más comunes en la actualidad. En España, según los datos del INE, en 2017 se produjeron 3.679 muertes por suicido de las cuales 2.718 fueron hombres y 961 mujeres. En cuanto a la edad, el 7,7 % eran menores de 30 años y el 0,35 % tenía menos de 15 años. En dicho año, en Europa la tasa de suicidios alcanzó el 11,4 por 100.000 habitantes y en España el 8,7, resultando la primera causa externa de muerte.
Debido a lo macabro que puede resultar, muchas veces las personas intentan invisibilizarlo o fingir que no existe, lo que lejos de contribuir a su desaparición, puede aumentar el riesgo de que suceda como consecuencia de la desinformación.
Esta desinformación es precisamente la responsable de que algunas personas no ejerzan su deber informativo de manera responsable y acaben transmitiendo noticias que podrían desencadenar un efecto Werther, un fenómeno que se debe combatir a través de los programas de prevención del suicidio y la ética periodística.
Referencias bibliográficas
- Herrera Ramírez, R., Ures Villar, M. B., & Martínez Jambrina, J. J. (2015). El tratamiento del suicidio en la prensa española:¿ efecto werther o efecto papageno?. Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría, 35(125), 123-134.
- Salus, R. Efecto Werther y la Conducta Suicida en la Adolescencia.
- Vaello García, M., Sáez Álvarez, E. J., Medrano Abalos, P., Martínez-Riera, J. R., Morillas Sanz, J. L., & Melish Belloch, A. (2021). Análisis de las características del efecto Werther y circunstancias favorecedoras de su aparición en la población general: una revisión sistemática.
2 comentarios en «Efecto Werther: el efecto imitación en conductas suicidas»