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Mecanismos de defensa psicología: Tipos y ejemplos

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Los seres humanos tienen que enfrentarse constantemente a dificultades que pueden afectar su salud mental. Debido a que no siempre es fácil afrontar la realidad, existen ciertos mecanismos de defensa en psicología que son utilizados por parte de la mente subconsciente para proteger aquellas dificultades que pueden provocarnos conflictos muy grandes.

Gracias a estos mecanismos, nuestra mente nos “protege” de tener que lidiar con el esfuerzo una realidad difícil de aceptar. Sin embargo, aunque esto pueda sonar como algo positivo, existe el inconveniente de que protegernos de los problemas de la realidad no hace que se solucionen, por lo que los problemas logran mantenerse vigentes, incluso sin que nos demos cuenta

mecanismos de defensa psicologia

Origen de los mecanismos de defensa

El origen de los mecanismos de defensa se remonta a Sigmund Freud quien consideraba que se trataban de procesos mentales encargados de evitar que nuestra mente consciente fuera capaz de acceder a afectos o sentimientos dolorosos. Esta idea sentó las bases del psicoanálisis.

Posteriormente, este concepto evolucionó, de manera que Freud planteó que los mecanismos de defensa eran una función del Yo (una parte consciente de la personalidad humana) encargada de proteger a éste de las demandas del instinto humano (Freud, 2016). Además, se teorizó que existen diferentes tipos de mecanismos de defensa capaces de ejecutar dicha función.

El concepto de los mecanismos de defensa se sistematizó posteriormente por parte de la hija de Freud, Anna Freud. Anna Freud explicó que existen diferentes mecanismos de defensa, reconciliando las ideas de su padre de que estos mecanismos están orientados a defender al Yo mediante el rechazo a sentimientos de culpa y ansiedad (Freud y Carcamo, 1961).

La idea de los mecanismos de defensa continuó evolucionando gracias a Otto Fenichel. Este psicoanalista sugirió que los mecanismos de defensa de la personalidad pueden provenir de dos direcciones: peligros internos (como la ansiedad) y peligros externos provenientes de representaciones mentales. Además, agregó que los mecanismos de defensa de la personalidad son capaces de proveer a las personas una sensación de autoestima y un sentido de seguridad (Fenichel y Rangell, 1995).

¿Cómo funcionan los mecanismos de defensa de la personalidad?

Un aspecto importante de los mecanismos de defensa es que no se utilizan de forma consciente, sino inconscientemente. Por tanto, se trata de sistemas de defensa egoístas orientados a protegernos de los sentimientos o pensamientos negativos.

mecanismos de defensa de la personalidad

Estos mecanismos se activan automáticamente cuando sentimos que estamos bajo amenaza. Dicha amenaza no debe ser necesariamente física sino que el origen puede encontrarse en amenazas psicológicas como un entorno de alto estrés, al reconocer deficiencias personales o al sentir alguna inseguridad importante. En este sentido, para los mecanismos de defensa es muy importante proteger al ego.

¿Qué son y para qué sirven los mecanismos de defensa?

Consisten en un grupo de reacciones que se dan de forma inconsciente cuando las personas se exponen ante situaciones con las que no es fácil lidiar, por lo que el cerebro las usa para mantener una estabilidad psicológica, evitando el malestar y sufrimiento producto de la aceptación de la realidad.

Es decir, la adopción de estas estrategias psicológicas inconscientes se puede dar en una amplia variedad de situaciones. Por ejemplo, cuando se piensa que el sistema de creencias o la identidad se pueden dañar, en situaciones donde se hace necesario adaptarse a una realidad nueva o cuando a nivel emocional no es posible asumir una situación debido a que resulta extremadamente compleja o intensa.

Hay que aclarar que, si bien sirven para protegernos del sufrimiento al ayudarnos a evitar el dolor emocional, la ansiedad, bloqueos o pensamientos negativos, no siempre resultan beneficiosos. En algunas circunstancias actúan como un obstáculo que imposibilita la resolución de conflictos a nivel familiar, social o personal.

La gestalt, la resistencia y los mecanismos de evitación o defensa

En términos psicológicos, según la Gestalt, la resistencia es un mecanismo de comunicación (verbal o no verbal) que se activa en el límite de contacto entre el mecanismo y el entorno, es decir es una respuesta que trata de evitar entrar en contacto con algo que tenemos “almacenado” como “peligroso para nuestra psique”.

Las resistencias tienen el objetivo principal es impedir que entres en contacto con el momento presente. Además, la resistencia se dirige generalmente en dos direcciones complementarias.

Evitar el contacto con la experiencia biológica como defensa ante ciertas experiencias amenazantes (ansiedad, excitación, miedo, dolor, etc.).

– Evitar el contacto total con la experiencia del entorno como defensa contra algo doloroso que tratamos de evitar. Como afirma Zinker, «la resistencia es una palabra que sólo puede significar una observación externa de mi falta de voluntad para hacer algo.”

Puede parecer que hay resistencia emocional a una acción, un pensamiento o una actitud en particular, pero para la propia experiencia, la persona está actuando de manera que se preserva y se fortalece a mí misma.

Resistencia al cambio

A primera vista, los mecanismos de evitación, puede parecer resistencia al cambio, pero la resistencia no suele ser un acto consciente: es automático y rara vez es el resultado de una decisión personal consciente. Por lo tanto, es importante distinguir entre dos aspectos principales de la resistencia:

  1. Por un lado, su finalidad debe ser la autodefensa y su motivación aparece como un gesto de evitación a la activación de procesos por los que tenemos archivados que no queremos volver a pasar.
  2. Por otro lado, estos medios son anacrónicos, es decir que se formaron en nuestra mente, en el pasado. A menudo no tienen sentido en el contexto actual y es por ese motivo que nos impiden darnos cuenta de que hay otros medios más satisfactorios y adecuados para conseguir el mismo resultado.
Origen de los mecanismos de defensa

¿Cuáles son los mecanismos de defensa en psicología?

Existen diferentes tipos de mecanismos de defensa que pueden manifestarse en la vida diaria.

Los más comunes mecanismos de evitación son los siguientes:

𝟙 Mecanismos de Introyección

Consiste en que una persona coloque dentro de sí misma una realidad externa que percibe como amenazante, de forma que intenta controlarla al controlarse a sí mismo. Por ejemplo, alguien que durante un luto comienza a actuar como la persona que ha fallecido.

𝟚 Mecanismos de Proyección

Es lo contrario a la introyección, ya que en este caso la persona coloca sobre otra cosa o persona los sentimientos, deseos o características que percibe amenazantes, de forma que pueda evitar sentir la responsabilidad de cambiarlas en sí mismas.

Por ejemplo, si un niño está viendo televisión con su madre y comienza una película de terror que lo atemoriza, podría proyectarse en su madre al decirle que la cambie debido a que a ella le aterran.

𝟛 Mecanismos de Represión

Este mecanismo consiste en rechazar ideas, recuerdos o pensamientos inaceptables, resguardándolos en el inconsciente. Por ejemplo, si un niño vive durante su infancia una experiencia sumamente dolorosa, la represión puede encargarse de mantener el recuerdo oculto en su inconsciente, de forma que pueda olvidarlo cuando crezca.

𝟜 Mecanismos de Regresión

Consiste en volver a formas del funcionamiento psíquico pasadas, lo que implica retroceder en el desarrollo acorde a la edad. Por ejemplo, un adulto que para lograr enfrentar su divorcio comienza a seguir patrones de conducta de un adolescente al comportarse de forma inmadura o salir de fiesta.

𝟝 Mecanismos de Confluencia

La característica básica de la confluencia es la incapacidad para reconocer la frontera de contacto. La persona no experimenta ningún límite entre el mismo y el entorno y, en consecuencia, se siente fusionado con lo que lo rodea.

La persona confluyente, no percibe los límites, ni los suyos ni los de los demás hacia él o ella, como resultado pierde la sensación de sí mismo como alguien separado de los demás y del entorno.

El individuo que vive en confluencia carece de intereses propios, suele dejarse llevar por los deseos de los demás sin oponer resistencia o imponer una dirección diferente a la que le sugieren ya que no hay contacto con sus propios deseos.

𝟞 Mecanismos de Retroflexión

En este mecanismo de defensa los sentimientos y deseos que no logran ser reprimidos son redirigidos hacia la propia persona. Por ejemplo, una persona que experimenta deseos suicidas puede volverse contra sí mismo mediante una autocrítica severa.

𝟟 Mecanismos de Deflexión

En este mecanismo de evitación, los sentimiento y deseos son desviados, reorientados hacia otro asunto distinto con el objetivo de bajar la tensión del auténtico deseo o sentimiento, Por ejemplo, la verborrea, el sarcasmo, evitar mirar a los ojos… un ejmplo, sería evitar un tema, o cambiar a otro tema para evitar discutir.

𝟠 Formación reactiva

Ante un deseo o impulso que no se puede aceptar, se recurre a realizar una exageración completamente opuesta. Por ejemplo, una persona que es infiel a su pareja y comienza a consentirla con muchos regalos y sorpresa para huir de la realidad.

𝟡 Anulación retroactiva

Es un mecanismo similar a la represión, ya que la persona comienza a actuar como si una idea, acción o pensamiento que la hizo sentir amenazada no hubiera ocurrido mediante rituales o gestos. Por ejemplo, un niño que comienza a recitar el abecedario para desviar de su mente que ha tenido un pensamiento sexual.

𝟙𝟘 Mecanismos de Sublimación

En este mecanismo de defensa se derivan los instintos inaceptables (como aquellos de componentes agresivos o sexuales) hacia un fin mejor aceptado por la sociedad. Por ejemplo, si alguien se siente muy enfadado y comienza a derivar su enfado escribiendo poesía.

𝟙𝟙 Mecanismos de Aislamiento

Trata de la separación de pensamientos, recuerdos o eventos con el resto de vivencias, de manera que puedan romperse las conexiones con experiencias amenazantes. Por ejemplo, un veterano de guerra que narra sin ningún atisbo de emoción por lo ocurrido, pues ha aislado la experiencia del recuerdo.

𝟙𝟚 Mecanismos de Desplazamiento

Es el proceso mediante el cual la mente inconsciente se encarga de desplazar emociones negativas hacia otra situación, objeto o persona. Por ejemplo, un niño que sufre de bullying y comienza a hacerle bullying a otros niños.

𝟙𝟛 Transformación en su contrario

Bajo este proceso inconsciente, aquellos impulsos, deseos o pensamientos percibidos como inaceptables pueden transformarse en su opuesto. Por ejemplo, si una persona tiene deseos de desorden y suciedad, pero los rechaza como inaceptables, podría transformarse en su contrario al reaccionar con una conducta obsesiva con respecto a la limpieza y el orden.

𝟙𝟜 Mecanismos de Desensibilización

Son personas cuya experiencia con el entorno es plana, apenas hay experiencia de contacto vital. El contacto con sí mismo y con los demás habitualmente es de pocos contrastes, las cosas a su alrededor apenas sufren cambios.

Ser distraído, desconectado de las señales corporales y emocionales son acciones que ocurren en el mecanismo de defensa de la desensibilización.

Un ejemplo es explicar personal sin emotividad, frío; siempre con el mismo tono.

¿Cómo trabajar los mecanismos de defensa?

Es importante destacar que la resistencia no se vea como un obstáculo que hay que eliminar para acceder rápidamente a lo que la resistencia está tratando de eliminar de la conciencia.

Se trata de identificarla para darnos cuenta de que cómo esa resistencia nos limita la relación con nuestro entorno.

La terapia Gestalt asume que la resistencia es un fenómeno importante y común: una fuerza valiosa para la adaptación al entorno y que se utilizó originalmente para hacer frente a condiciones ambientales adversas o perjudiciales en el pasado histórico de cada uno de nosotros.

Según la Gestalt, la resistencias que se dan con los mecanismos de defensa son un patrón de conducta cuyo objetivo proteger la personalidad del paciente, por lo tanto, conlleva una negativa a flexibilizar, modificar o renunciar a determinados patrones que con frecuencia son desadaptativos o disfuncionales de interacción y contacto con el ambiente, con el mundo.

Aunque pueden protegernos de los sentimientos negativos, los mecanismos de defensa de la personalidad no son técnicas psicológicas que se adaptan a nuestra salud mental, ya que, aunque puedan mantener nuestros problemas ocultos ante nosotros mismos, no solucionan los problemas que los provocan.

Debido a que los problemas continúan estando apartados o bloqueados podrían provocarnos inconvenientes en el futuro si no se busca una solución. Los tratamientos orientados a tratar los problemas que dan pie a la activación de los mecanismos de defensa se enfocan en las siguientes acciones:

  • Desarrollar las habilidades sociales.
  • Dominar la comunicación asertiva.
  • Aprender estrategias para afrontar las situaciones complejas.
  • Terapias para afrontar los problemas.

Una forma de evitar la realidad que se identifica en terapia

Dado que se presentan de forma inconsciente, la mayoría de las veces las personas pueden tener problemas para identificar si están usando uno de estos mecanismos. Normalmente, es a través del tratamiento terapéutico que se descubre si existen algunos mecanismos de defensa que podrían ser los responsables de ciertas actitudes negativas de la persona frente a su entorno.

Es por esto que gran parte del trabajo de los terapeutas se enfoca en el autoconocimiento para conseguir un mejor bienestar emocional a través de la identificación de estas formas de evitar la realidad. Los mecanismos que redundan de manera negativa en la vida diaria pueden eliminarse a través de la modificación de la interpretación de las situaciones.

Una interpretación más sana de las cosas suele ser suficiente para modificar un sistema de creencias rígido que hace ver las situaciones como peores de lo que son realmente. Como consecuencia, podría dejarse de evitar la realidad, a la vez que la seguridad y confianza en sí mismo de la persona incrementa.

Características de los mecanismos de defensa

Al tratarse de procedimientos encargados de mantener el equilibrio psicológico a nivel inconsciente para prevenir la ansiedad o la angustia relacionadas con una representación consciente, un peligro real externo o una transgresión del código moral, se caracterizan por ser una especie de filtro que actúa partiendo de la base de que los contenidos pertenecientes siempre deben pasar a la parte consciente, se encargan de que parte de la información sea negada o distorsionada.

En la teoría original del psicoanálisis la mente humana era reconocida como un sistema de influencias contrapuestas e interconectadas en la que cada una intentaba imponer su lógica cuando se trataba de regular el comportamiento humano.

A raíz de esto, otra característica es que funcionan como recursos de las instancias para lograr mantener un control de los impulsos más primarios del ser humano. De esta forma se puede contrarrestar el lado más egoísta y cortoplacista, al menos de manera superficial.

En consecuencia, protegen tanto la estabilidad mental como la autoestima, aunque esto implique ocultar las realidades más desagradables sobre el mundo que le rodea a la persona, sobre la vida y sobre sí mismo.

Por último, otra característica es que se basan en la evitación del conflicto, no en la resolución del mismo, por lo que no deben considerarse como una forma adecuada de solucionar los problemas psicológicos. De hecho, pueden derivar en trastornos de la conducta o la mente. Incluso en algunos casos pueden llevar a la persona a somatizar el conflicto psicológico que los desencadena.

Conclusiones Mecanismos de Defensa

Cuando nuestra mente inconsciente recurre a los mecanismos de defensa no lo hace con una intención negativa, puesto que es natural que se deseen evitar los sentimientos desagradables como la culpa o la ansiedad. De igual forma, es normal que se rechacen los pensamientos o ideas inaceptables.

Sin embargo, apartar la mente consciente de los problemas no evita que estos puedan continuar afectándonos. Por ejemplo, un adulto que intenta enfrentar la vejez comportándose como un adolescente mediante la regresión no rejuvenecerá. Cuando los mecanismos de defensa nos impiden tener una vida plena y afrontar las amenazas, es necesario identificarlos para poder solucionar los problemas que nos dificultan tener una vida plena.

«Referencias Bibliográficas»

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Sobre la Autora

montse awen

Psicóloga Gral. Sanitaria Col 19069

Montserrat Fernández

Psicóloga por vocación tardía y agradablemente disfrutada. Observadora entusiasta del comportamiento humano. Hacedora de caminos por los que invitar a transitar.

Licenciada en Psicología por la Universitat de Barcelona (2010)

Terapeuta EMDR. Asociación EMDR Europa. Nivel I (2011)

Master en Terapia Gestalt. Escola Taller de Gestalt, Barcelona (2006)

Formación en psicoterapia integrativa en el programa del Dr. Claudio Naranjo -Programa SAT- (2010-2014)

Programa mensual de radio en Planeta Prat "Una Ment Desperta"

Curso: Disosación Somática y Somatomorfa. Colegio Oficial de Psicólogos en Catalunya (2024)

Taller: Bases del tratamiento de la dependencia emocional y traumas de apego en adultos. Colegio Oficial de Psicólogos en Catalunya (2024)

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