Tanto en psicología como en medicina, es común que los términos síndrome, trastorno y enfermedad se confundan. Algunas personas ignoran que existen ciertas diferencias que permiten contrastar entre sí cada uno de estos términos.
Es un error que en el vocablo popular sean utilizados indiscriminadamente como sinónimos, puesto que en el ambiente académico y profesional cada uno se utiliza para hablar de ciertas patologías con unas características muy específicas.
Para poder comprender las diferencias entre síndrome, trastorno y enfermedad es necesario comenzar por comprender las diferencias entre síntomas y signos.
Si tienes alguna duda nuestros psicólogos en el Prat de Llobregat estarán encantados de responderte en los comentarios.
Síntomas y signos: ¿qué son y en qué se diferencian?
En los diversos entornos de las ciencias de la salud, la palabra síntoma hace referencia a un estado anormal manifestado por el organismo. Los síntomas se caracterizan por ser señales de que existe un problema de salud, pero siempre abiertos a la posibilidad de no ser más que una “falsa alarma”.
Por tanto, los síntomas no pueden ser considerados como una prueba definitiva de que existe un problema de salud subyacente. Por ejemplo, el dolor de cabeza puede ser síntoma de una enfermedad, pero en muchos casos se trata de un simple malestar pasajero.
Por su parte, los signos son manifestaciones objetivas y constatables a través de los sentidos o la utilización de herramientas diagnósticas. Al tratarse de señales objetivas, los signos sí pueden utilizarse como una confirmación de que algo anda mal. Ejemplos de signos son la piel enrojecida o los ojos rojos.
El Síndrome
El síndrome es una amalgama de síntomas que cuentan con un estudio previo y se dan de manera simultánea. Debido a que los síndromes están respaldados por un estudio anterior, existe un cuadro clínico que se vincula a todos sus síntomas. El síndrome de Down es un ejemplo de síndrome.
Una característica importante de los síndromes no siempre presentan alteraciones anatómicas, además pueden presentar variaciones con el tiempo, hasta el punto de que podrían desaparecer.
Pueden tener causa genética, causa externa (síndrome del aceite tóxico de la colza), causa social (fobia social) o causa desconocida. Los síndromes no siempre alterarán la salud del que lo sufre y pocas veces lo harán de forma letal.
La Enfermedad
Al igual que los síndromes, las enfermedades son entidades clínicas relacionadas con problemas de salud. Por ello, también poseen un conjunto de síntomas previamente estudiados que se dan de forma conjunta. No obstante, la diferencia entre una enfermedad y un síndrome radica en que en las enfermedades también debe existir una causa biológica conocida o un cambio identificable que produzca en el cuerpo o ambas características. El Mal de Alzheimer es un ejemplo de enfermedad. Por sin os interesa en este blog hemos hablado del síndrome del impostor, síndrome de Munchausen, del Cuidador, entre otros.
Volviendo a los síndromes, éstos pueden a veces ser la manifestación de una enfermedad, por ejemplo en el caso del síndrome de Reye-like como manifestación inicial de enfermedad mitocondrial.
El Trastorno
Los trastornos hacen referencia a estados anómalos de la salud, los cuales no deben ser necesariamente provocados por una enfermedad. Debido a esto, los trastornos de la salud se mencionan principalmente en el entorno de la salud mental, ya que muchos trastornos suelen ser cambios desadaptativos de los procesos mentales.
En algunas situaciones se usa el término trastorno para referirse a enfermedades donde las causas no están bien definidas y las alteraciones anatómicas podrían ser consecuencia directa del trastorno.
Es común que se use de esta forma el término con algunos trastornos mentales, puesto que es frecuente que no se tenga claro si los desequilibrios bioquímicos relacionados con ciertos trastornos se deben a la forma en que la persona interacciona con su entorno o es el trastorno en sí el que los produce. Si se tuviera certeza de las causas, se hablaría de enfermedades mentales.
En definitiva, el término trastorno es un simple apoyo para describir estados de alteración de la salud, pero sin señalar relaciones de causalidad. Un ejemplo de trastorno es el trastorno depresivo mayor.
Trastorno mental
En el caso de los trastornos mentales, se hace mucho énfasis en la relación de la persona y su entorno. Por ello, esencialmente se sabe que los trastornos mentales pueden tener su origen en la interacción del afectado con su contexto social, derivando en una dinámica de comportamientos que afectan negativamente a su salud mental.
En este sentido, los trastornos mentales se caracterizan por no ser necesariamente provocados por fallas en la bioquímica cerebral, sus causas pueden ser diferentes. Por ejemplo, una persona podría experimentar un trastorno de ansiedad debido simplemente a la forma en que percibe su entorno, incluso cuando su neuroquímica funcione correctamente
Conclusiones Las diferencias entre síndrome, trastorno y enfermedad
Las diferencias entre síndrome, trastorno y enfermedad son bastante sutiles, por lo que es natural que en ocasiones no sepamos exactamente cuándo usar uno u otro, los confundamos o incluso pensemos que son sinónimos.
Es importante evitar cometer este error, puesto que las diferencias entre los diferentes términos resultan de mucha ayuda para su identificación y estudio, y constituyen una clara oportunidad para precisar de manera óptima las características de cada una de estas patologías.
Referencias bibliográficas
- Jaimes Parra, C. E. (2021). Pánico escénico: estrategias de combinación psicológicas y performativas para su superación.
- Nagy, J. (2014). El miedo escénico. Temas para la educación, 26(1).
- Gabbard, G. O. (1979). Stage fright. International Journal of Psycho-Analysis, 60, 383-392.
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Gracias por el comentario.