La ansiedad anticipatoria es un sentimiento tan común que probablemente ha acompañado a todas las personas en al menos una ocasión. Suele presentarse en aquellas situaciones de estrés o peligro donde es necesario que el cuerpo esté lo bastante activo como para enfrentar las circunstancias.
Por ejemplo, en una situación en la que es necesario huir de un animal peligroso, el cuerpo sabe que debe estar activo para garantizar su supervivencia, por lo que los reflejos, sentidos y músculos deben trabajar mejor que en circunstancias normales.
En algunos casos, la ansiedad anticipatoria puede ser incluso beneficiosa. Dando el salto a problemas más comunes, día a día nos enfrentamos a situaciones mundanas como esquivar un coche que nos pone en peligro.
Al igual que ocurre cuando se sufre este tipo de ansiedad, el peligro requiere que el cuerpo responda de la misma forma. Como es necesario actuar lo antes posible ante la situación peligrosa, la mente humana es capaz de anticiparla.
Y aunque puede ser útil en muchas situaciones fisiológicas, puede llegar a convertirse en un problema patológico que puede acabar empeorando nuestra calidad de vida.
¿Qué es la ansiedad anticipatoria?
Para comprender este tipo de patología en su totalidad, es indispensable profundizar antes en el concepto de ansiedad anticipatoria. Si alguna vez has experimentado el miedo a hablar en público o a otra situación que pueda provocar mucho estrés, incluso sin tratarse de un peligro real, seguro que sabes lo que es lidiar con la ansiedad anticipatoria.
¿Por qué hablamos en estos casos de ansiedad anticipatoria? El motivo principal es que la sensación de miedo y ansiedad se presenta antes del momento de hablar en público. En concreto, a través de episodios patológicos de pánico ante la perspectiva de situaciones futuras.
Esto, sin duda, puede representar un verdadero problema en el día a día, ya que cuando se convierte en algo patológico, aparece en situaciones que no deberían generar ansiedad. En consecuencia, implica lidiar con el pánico que forma constante y que complica la realización de tareas simples.
Síntomas de la ansiedad anticipatoria
¿Cómo saber si tengo ansiedad anticipatoria? Tener que enfrentarse al estrés producto de la ansiedad de manera constante tiene efectos negativos en el organismo. Los síntomas con los reacciona el cuerpo ante las ideas catastróficas producto de la anticipación son los siguientes:
- Dolor estomacal, diarrea, vómitos, náuseas y mareos.
- Palpitaciones y taquicardia.
- Sudoración.
- Inestabilidad y temblores.
- Tensión muscular.
- Dolor de cabeza.
- Problemas de concentración y tartamudeo.
En los casos más graves estos síntomas pueden ser lo bastante intensos como para incapacitar a quien los padece. Por otro lado, también es posible que este tipo de ansiedad genere confusión y haga parecer que la persona está teniendo un infarto.
Cabe mencionar que, tras la finalización de los efectos de la ansiedad, se puede incluso desarrollar el miedo al miedo. Es decir, sufrir ansiedad anticipatoria ante la posibilidad de que se presente ansiedad anticipatoria, lo que puede empeorar los síntomas mediante un efecto de bola de nieve.
Causas del estrés anticipatorio
Detrás de la ansiedad anticipatoria hay diversas causas. La vida está plagada de incertidumbre, aunque cuando se perciben atisbos de una catástrofe, es natural pensar que no es tan incierta como realmente es.
El trastorno de ansiedad por anticipación está causado por la incapacidad de las personas de comprender que no existe nada realmente seguro. De hecho, quienes tienen este trastorno suelen tener muchos problemas para tolerar la incertidumbre y desean controlar absolutamente todo lo que les ocurre.
A raíz de esto, resulta que el tener un alto grado de exigencia sobre el rendimiento propio es un factor de riesgo para padecer este trastorno. Por último, cabe destacar que ni siquiera es necesaria una motivación para que aparezca el miedo, aunque en la mayoría de las situaciones existe un trauma del pasado que lo desencadena.
Por ejemplo, quienes han padecido un ataque de ansiedad ante una situación específica tienen mayores probabilidades de sufrirlo cuando se expongan a una condición similar a la del ataque. Igualmente, la ansiedad anticipatoria puede tener como origen algún tipo de fobia. Por ejemplo, una persona con miedo al mar podría experimentar la ansiedad anticipada ante la mera idea de acercarse a una playa.
¿Cuándo se considera grave la ansiedad anticipatoria?
En muchas ocasiones, es totalmente normal tener miedo a la incertidumbre. Sin embargo, existen casos más graves donde este tipo de patología se convierte en un auténtico problema.
Se considera que la ansiedad anticipatoria es problemática cuando se presenta de manera prolongada y cuando los síntomas son demasiado intensos respecto a la situación que se está viviendo.
Cuando no afecta negativamente a la calidad de vida del afectado, esto no se considera un problema, sino una reacción totalmente natural.
¿Qué situaciones pueden desencadenar la ansiedad anticipatoria?
Prácticamente, cualquier situación puede desencadenar este trastorno y dependerá de las circunstancias de vida del afectado cómo le afectará. Las situaciones más comunes donde aparece son los eventos sociales frente a desconocidos, al hablar en público y en presentaciones laborales.
La clave es que se trate de un evento lo bastante impactante como para que absorba la atención de la persona antes de que ocurra.
Cómo gestionar la ansiedad anticipatoria
Combatir la ansiedad anticipatoria es posible. La esencia de la gestión de este trastorno se consigue mediante el tratamiento con un profesional. Adicionalmente, existen algunas estrategias que te pueden ayudar a reducir la gravedad de los síntomas:
- Técnicas de relajación. Por ejemplo, la relajación autógena o aplicada, la relajación progresiva y la respiración diafragmática.
- Practicar el mindfulness.
- Terapia cognitivo-conductual.
¿Es la ansiedad anticipatoria un síntoma de muchos trastornos?
En muchas ocasiones la ansiedad anticipatoria se presenta como un síntoma de un trastorno más complejo y no como un trastorno en sí mismo. Algunos ejemplos son el trastorno de ansiedad generalizada y el trastorno de pánico.
Ansiedad anticipatoria en niños
En el caso específico de los niños, la ansiedad anticipatoria tiene como objetivo activar las defensas del niño frente a las amenazas.
Se trata de una respuesta psicofisiológica que se ejecuta en el sistema nervioso superior, que hace que el niño presuponga la realidad de una forma en que esta afectará a su integridad.
Esto tiene como efecto permitirle tomar mejores decisiones. Asimismo, la anticipación regula sus emociones y su conducta para hacer frente a lo que percibe como una amenaza.
Conclusiones
El sandplay es una terapia que puede ser bastante eficaz para ayudar a pacientes que, en su contexto personal, podrían tener dificultad para ser tratados a través de otras formas de terapia más tradicional.
Gracias a que constituye un espacio seguro, puede ser útil para el tratamiento de traumas. Además, al tratarse de un juego sensorial, es una herramienta para que los niños desarrollen habilidades sensoriales.
Referencias bibliográficas
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- Marrodán, J. L. G. (2021). Traumaterapeutas en la caja de arena. Sentir Editorial.
- Roesler, C. (2019). Sandplay therapy: An overview of theory, applications and evidence base. The arts in Psychotherapy, 64, 84-94.