Los libros y los medios de comunicación más populares han resaltado durante varias décadas el valor potencial del pensamiento positivo, y hay pruebas que demuestran que puede contribuir a mejorar la salud mental. Sin embargo, el pensamiento positivo no es la panacea para todos los retos de la vida.
¿Qué es el positivismo tóxico?
La positividad tóxica impone el pensamiento positivo como única solución a los problemas, exigiendo que la persona evite pensar en negativo o expresar emociones negativas.
Como todo lo que se hace en exceso, cuando la positividad se utiliza para encubrir o silenciar la experiencia personal, se puede volver en contra. Cuando no se aceptan la existencia de algunos sentimientos se puede dar negación de lo que pueda estar pasando y también no se capaces de reconocer nuestras propias emociones..
¿Cuáles son las señales de que tu positividad se está volviendo tóxica?
Aunque se dice que los pensamientos positivos reducen los pensamientos suicidas y elevan la autoestima, que éstos sean los únicos en la mente de una persona no es lo natural. Las emociones negativas son también parte de nuestro crecimiento, no hay que huir de ellas. Ser consciente de ellas y manejarlas correctamente contribuyen a nuestro desarrollo y a la superación de dificultades.
La positividad tóxica nunca es intencionada: sino que aparece tras un tiempo intentando ser una persona positiva o simplemente tratando de alejarse de los pensamientos negativos.
Enmascarar las verdaderas emociones puede ser un signo de positividad tóxica. Algunos signos en nuestra vida diaria son:
- Desechar todos los pensamientos negativos
- • Sentirse culpable por las verdaderas emociones
- Mantener una actitud del tipo «podría ser peor”
- Cuando alguien nos está explicando algún problema, simplemente decirle “mira el lado positivo” y minimizar sus emociones
- “Todo sucede por una razón» es una forma de desestimar la experiencia de otras personas
- “Al final todo funcionará» puede ser una razón por la que mucha gente se queda atrapada en ambientes tóxicos
Positivismo tóxico: frases
La positividad tóxica es todo aquello que trata de ocultar el dolor tras una sonrisa ficticia. A continuación, te mostramos algunas frases e ideas que son ejemplos de positividad tóxica. Fíjate que son absolutista, o sea que incluyen conceptos como “siempre”, “sólo” o “todo”.
una especie de pensamiento mágico y malicioso de omnipotencia en el que los problemas o malestares tienen que desaparecer
- • «Sólo buenas energías»
- «Mira el aspecto positivo»
- «Agradece siempre lo que tienes»
- «No seas tan negativo”
- «Hay un resquicio de esperanza»
- «Sé optimista»
- «Deberías estar agradecido»
- «Siempre podría ser peor»
- «Las cosas siempre salen bien»
- «Hay muchos más peces en el mar»
- «Todo estaba predestinado»
- «Sólo mira el lado positivo»
¿Qué es la positividad tóxica en psicología?
Según los expertos, las razones de la positividad tóxica pueden variar, pero la más común se debe a la suposición en la sociedad de que las emociones negativas son malas. Se nos invita a huir del dolor o de la tristeza, en lugar de enseñarnos a afrontar estas emociones.
“No estar agradecidos por nuestras circunstancias y no ser capaces de ver el lado positivo de las cosas es un pecado y un crimen”, así lo confirma Susan David, psicóloga de la Facultad de Medicina de Harvard y autora del libro “Emotional Agility” (“Agilidad emocional”)en el que explica que, tras un estudio que se realizó a más de 70.000 encuestados, se concluyó que más de un tercio de ellos se juzgaba a sí mismo cuando experimentaba emociones negativas.
Así que, lo queramos o no, la tendencia dominante nos invita a pensar siempre en positivo, por no mencionar que muchos libros de motivación refuerzan esta suposición.
Además, en esta era de las redes sociales, donde todos los días vemos publicaciones de nuestros amigos o de personas influyentes mostrando vidas fantásticas, edulcoradas y artificiosamente felices, el estigma es aún más fuerte. Pero, forzar las emociones positivas puede tener un impacto negativo. Tanto psicológica como físicamente.
Positividad tóxica en el trabajo
El lema «Tienes que ser positivo si quieres tener éxito» puede ser cierto hasta cierto punto y ejerce mucha presión sobre los empleados.
Tener una actitud positiva todo el tiempo puede mantenerte motivado, pero la positividad por sí sola no soluciona las dificultades. Si no estás contento con la empresa para la que trabajas o con la gente con la que trabajas, no importa lo positivo que intentes ser, eso acabará repercutiendo en tu trabajo y en tu equilibrio emocional.
La presión por conservar un entorno positivo en el lugar de trabajo hace que los empleados estén menos satisfechos, afecta a su creatividad y, por tanto, afecta a la empresa en su totalidad.
Positividad tóxica, gaslighting y narcisismo
Aunque la mayoría de las personas que te dicen «mira el lado bueno de las cosas» tienen buenas intenciones, la positividad tóxica también puede ser un signo de narcisismo. El trastorno narcisista de la personalidad tienen la particularidad que persigue una búsqueda insistente de atención, una tendencia al control y una falta de autoconciencia o empatía. Un narcisista o una persona que te hace gaslighting puede utilizar una «mentalidad positiva» para hacerte dudar de ti mismo, evitar apoyarte emocionalmente o incluso para saltarse tus límites y controlarte.
El positivismo tóxico puede tener una intención dañina si se utiliza para manipularte e invalidar sentimientos.
Diferencia entre positividad y optimismo.
La positividad, pensar en ser una persona positiva, puede ayudar a disminuir los niveles de estrés y mejorar el bienestar general. Las emociones positivas como la felicidad, la esperanza y la inspiración pueden ser buenas para la salud emocional y cognitiva.
El optimismo, por otro lado, está arraigado a la realidad, no enmascara las circunstancias, pero sí las juzga en su aspecto más favorable. Nos da espacio para reconocer (y eventualmente aceptar) que las cosas no van bien, pero que existe la posibilidad de mejorar en el futuro.
¿Puede ser tóxico el optimismo?
Aunque el optimismo es un atributo saludable, ser demasiado optimista ante la adversidad puede ser tóxico e influir negativamente en el bienestar emocional. El pensamiento positivo mejora los resultados en la vida y reduce la probabilidad de idealización y comportamiento suicida, pero el positivismo tóxico obliga a las personas a hacer caso omiso de las emociones negativas.
Hay que evitar los excesos de positividad antes de que se vuelvan tóxicos. Algunas de las formas de evitar la positividad tóxica son:
- Validar las emociones negativas como algo normal
- Buscar apoyo en las personas de confianza
- Identificar las emociones en lugar de evitarlas
- Saber que no pasa nada por sentirse embargado por las emociones.
- Escuchar los problemas de los demás en lugar de minimizarlos.
- Mostrarles apoyo en lugar de alimentarles con frases sin sentido
- Expresar tus sentimientos y ayudar a los demás a entenderte mejor.
Conclusiones de la positividad tóxica
La verdadera felicidad no consiste en reprimir las emociones negativas y propagar frases que nos hagan sentir bien, sino más bien en dejarse llevar por lo que sentimos verdaderamente en cada momento y aceptar lo que nos afecta: nuestras emociones, tanto positivas como negativas.
Para algunas personas ser feliz significa nunca sentirse mal, pero eso no es real, no puede ser. Todos tenemos una vida emocional, aunque no todo el mundo es consciente de sus emociones. El ejercicio consiste en reconocer todas y cada una de nuestras emociones, positivas y negativas, y gestionarlas de la forma más realista y saludable posible.
Agradezco mucho su publicación pues, como colega, a diario me toca enfrentar igualmente un cúmulo de influencias que desde la teoría o la práctica pretenden ser mejores que las otras y muchas veces podemos caer en el «pecado» del reduccionismo, del cual el positivismo tóxico es un ejemplo fehaciente.
Gracias por no cansarse de mostrar puertas y labrar caminos!
mis afectos!
Muchas gracias por tus palabras, las recibo con una gran sonrisa de agradecimiento.
Montse