Hay momentos del año donde es inevitable comer un poco de más, como en las fiestas navideñas. En estos contextos, comer hasta no poder más puede ser algo normal, pero cuando se convierte en una constante que afecta al bienestar, podríamos estar hablando de un trastorno por atracón, lo que representaría un auténtico problema. Esta clase de trastornos acarrean muchos problemas para la salud y también representan algo bastante incómodo con lo que puede llegar a ser difícil lidiar durante la vida diaria.
Trastorno por atracón: la pérdida de control con la comida
Esta clase de trastornos acarrean muchos problemas para la salud y también representan algo bastante incómodo con lo que puede llegar a ser difícil lidiar durante la vida diaria.
¿Qué son los trastornos de la conducta alimentaria? TCA
Se definen como trastornos de conducta alimentaria (TCA) a aquellos trastornos en los que es posible identificar un patrón de conducta que implica hacer dietas no saludables o comer de manera persistente y que afectan de una forma negativa a la salud.
Estos trastornos se pueden relacionar con angustia social, física y emocional. Además, pueden presentarse en cualquier persona, independientemente de su condición, género o edad.
Pese a que existen guías formales para su identificación, los profesionales de la salud son conscientes de que los TCA son una constante. Esto implica que, incluso cuando una persona no presenta todos los criterios para diagnosticar que padece una TCA, existe la posibilidad de que esta persona sí tenga algunas conductas alimentarias que afecten negativamente su salud mental y física.
¿Qué es el trastorno por atracón?
Consiste en una condición en que la persona afectada consume más alimentos de lo normal dentro de un período específico de tiempo. Cuando se manifiestan los atracones, la persona siente que ha perdido el control.
Es un error pensar que se trata de lo mismo que comer excesivamente de manera ocasional. La diferencia entre este último caso y el trastorno se encuentra en la frecuencia. Quienes padecen el trastorno por atracón, comen descontroladamente al menos una vez a la semana dentro de un período mínimo de tres meses.
Otro punto que se debe mencionar es que este TCA se diferencia de otros en que quienes lo padecen no intentan compensar los atracones con una purga, ayuno o ejercicio excesivo. Generalmente, el patrón de conducta se caracteriza por al menos tres de los siguientes comportamientos:
- Alimentación excesiva sin hambre.
- Comer en soledad motivado por la vergüenza.
- Alimentarse hasta sentirse excesivamente lleno y con incomodidad.
- Comer muy rápido.
- Sentimientos de culpa, depresión o asco tras un atracón.
Por otro lado, la gravedad de este trastorno es variable. Además, quienes lo padecen tienden también a padecer de obesidad. Desde una perspectiva mental, el bienestar se ve afectado debido a la dificultad para ocultar el problema y la vergüenza derivada de la incapacidad de controlarse.
Factores de riesgo para los trastornos por atracón (TA)
Existen tres tipos de factores que pueden incrementar el riesgo de padecer un trastorno por atracón:
Psicosociales
Existen múltiples casos de personas con TA relacionados con factores psicosociales como pertenecer a familias disfuncionales, incomodidad con la imagen corporal, ansiedad o depresión, entre otros.
Genéticos
Las personas que presentan antecedentes familiares como hermanos o padres que han padecido algún tipo de TCA tienen mayor riesgo de desarrollar este tipo de trastornos debido a la herencia genética.
Emocionales
A nivel emocional, es frecuente que las personas con esta clase de trastorno posean una visión negativa de sí mismos, incluso en factores intangibles como logros y habilidades. A esto hay que sumar factores como el estrés.
Asimismo, las emociones negativas derivadas de haberse sometido a dietas muy restrictivas también actúan como un factor de riesgo, sobre todo si existe un cuadro de depresión subyacente.
Características clínicas del trastorno por atracón
La mayoría de TA poseen las siguientes características clínicas:
- Sentimiento de perder el control.
- Comer grandes cantidades de comida en períodos cortos, por ejemplo, dos horas.
- Comer en soledad o escondido.
- Sentimientos de culpa, vergüenza, enojo, depresión y molestias causados por las conductas alimentarias.
- Realización constante de dietas, que no dan resultados.
Trastorno por atracón DSM-5
Formalmente, este trastorno se reconoce en el DSM-5. Se define como trastorno de la conducta alimentaria y de ingestión de alimentos. Asimismo, se reconoce como el trastorno más común en personas con obesidad. Se considera un problema importante para la salud debido a su incremento en la prevalencia durante los últimos años.
En el DSM-5 se estudia su concepto y los tratamientos psicológicos óptimos para abordarlo, como la terapia cognitivo-conductual. Además, se le da cierta importancia al mantenimiento, desarrollo y origen del trastorno. De la misma manera, se profundiza en lo difícil que resulta para el paciente procesar a nivel emocional lo que le ocurre.
Trastorno por atracón vs. Bulimia
Una diferencia clave entre este trastorno y la bulimia radica en que, a diferencia de lo que ocurre con los pacientes bulímicos, no se suele vomitar tras cometer un atracón. Asimismo, tampoco se realiza ejercicio en exceso ni se usan laxantes como un intento desesperado de compensar el exceso de calorías consumidas.
Tratamiento para el trastorno por atracón
El tratamiento más usado para este trastorno es la psicoterapia. El terapeuta se encarga de abordar el problema hablando de las conductas, pensamientos, estado anímico y sentimientos del paciente.
Es posible que se complemente la psicoterapia con el uso de ciertos fármacos que pueden contribuir al alivio de los síntomas. Sin embargo, el tratamiento utilizado varía de acuerdo a la gravedad del trastorno y a la posible presencia de otras condiciones de salud. Por tanto, solo un profesional está cualificado para determinar cuál es el tratamiento más adecuado.
Conclusiones trastornos por atracón:
Comer excesivamente de manera ocasional, puede que no sea algo muy saludable, pero no entra dentro de los patrones de conducta anormal. Sin embargo, esto cambia cuando los atracones de comida se convierten en una constante.Al identificar estas situaciones, lo más recomendable es buscar ayuda profesional lo antes posible. Más allá de los problemas de salud que puede causar como lo son la obesidad, el TA también se relaciona con problemas de la salud mental como bajo autoestima, angustia y depresión, lo que actúa en detrimento del bienestar de quien lo padece.
Referencias bibliográficas
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