El acto de morderse las uñas es una actitud bastante conocida que se asocia con nerviosismo. Sin embargo, lo que no todas las personas saben es que este hábito compulsivo es estudiado en la psicología y se denomina onicofagia.
Aunque pueda parecer inofensivo, puede representar un auténtico problema en la vida de algunas personas. Por ello, no debe dejarse pasar y considerarse como un acto completamente normal.
¿Qué es la onicofagia?
Consiste en el hábito compulsivo de comerse las propias uñas. A largo plazo provoca daño físico en las personas, entre los que se encuentra la deformación de la cutícula, daño en los dientes, aparición de infecciones, verrugas, bacterias, hongos y elevación de los bordes laterales del dedo.
Cuando el hábito se presenta con mucha frecuencia, la pérdida total de la uña es una posibilidad. Es más frecuente que este hábito se presente en niños y adolescentes. Además, suele desaparecer en la adultez, pero en algunos casos puede mantenerse incluso en dicha etapa de vida
¿Cuáles son las causas de la onicofagia?
Entre las causas más comunes se encuentran las siguientes:
- Acción para calmar sentimientos de angustia, ansiedad o nervios.
- Altos niveles de estrés diario.
- Reacción al encontrarse en un estado obsesivo en el que se presenta como un mecanismo para reducir la ansiedad.
- Puede presentarse en momentos trágicos como divorcios o muertes de personas cercanas.
- Presencia de rasgos como rabia, baja autoestima, timidez, frustración, tendencia al perfeccionismo o a la preocupación excesiva.
¿Por qué nos mordemos las uñas?
El aprendizaje de esta conducta suele adquirirse mediante observación en la niñez. Al pasar a la adolescencia, este hábito puede ser reemplazado por otras conductas como mover el pelo, fumar, morder un bolígrafo, entre otras.
Lo que caracteriza a quienes tienen este hábito es que no son capaces de controlarlo. De hecho, ni siquiera son conscientes de que lo realizan y les resulta difícil detenerlo mientras lo hacen.
¿Cuáles son las consecuencias de morderse las uñas?
Los riesgos relacionados con este hábito son:
- Incremento del riesgo de presentar infecciones.
- Daño en la piel de alrededor de la uña.
- Aumento de desarrollo de enfermedades virales como resfriados.
- Daño en los dientes.
¿Cómo dejas de morderte las uñas? Cuáles son los tratamientos
Existen diferentes tratamientos, pero el más común es la terapia psicológica orientada a reemplazar esta conducta para controlar la ansiedad por una más sana, como por ejemplo la terapia holística.
En dicha terapia se busca lograr que el sujeto racionalice cuáles son las razones por las que se muerde las uñas, ya que este hábito compulsivo tiende a ser provocado por daños psicológicos importantes que el paciente podría no ser consciente que tiene.
Onicofagia infantil
Cuando se da en los infantes, no se considera una enfermedad, sino un hábito negativo originado en el sistema nervioso. Puede surgir debido a la ansiedad o estrés que experimente el niño. De igual forma, puede ser consecuencia de la imitación infantil al ver el hábito en un adulto.
Generalmente, con la edad desaparece el hábito por sí solo. Sin embargo, cuando el hábito persiste, se convierte en un problema y se puede identificar por los signos que deja como heridas en los dedos, infecciones en las encías, alteración en el crecimiento de los dientes, verrugas o problemas de autoestima derivados de problemas estéticos.
¿Cómo tratar la onicofagia en niños?
Las siguientes acciones pueden ayudar a tratar este hábito en los niños:
- Hablar con él, sin regaños o castigos, sobre el daño que puede hacerle mantener ese hábito.
- Identificar las causas del problema y actuar sobre ellas.
- Enseñar hábitos alternativos para mantener la calma que mantengan las manos ocupadas, como moldear un trozo de plastilina.
Hacer que practique un deporte que le permita aprender a canalizar de forma más efectiva su energía.
¿Cómo son las personas que se muerden las uñas?
La mayoría de personas con onicofagia se caracterizan por tener problemas para enfrentarse a sus miedos y ser poco asertivas. Es por esta razón que recurre a este impulso nocivo para enfrentarse a las situaciones que les generan miedo, incertidumbre, inseguridad, etc.
Conclusiones sobre morderse las uñas
Los hábitos compulsivos pueden representar un auténtico problema en algunos casos. Si bien es común recurrir a ciertos hábitos para hacer frente a la ansiedad o el nerviosismo, siempre es recomendable que estos hábitos no sean dañinos, como es el caso de morderse las uñas. Por tanto, para evitar problemas de salud a largo plazo, no se debe normalizar esta conducta, sino que se debe tratar.
Referencias bibliográficas
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