Adolescentes y niños después del abuso sexual
Es muy conocido el hecho de que después de sufrir abuso sexual, los niños y adolescentes tienen que lidiar con el impacto psicológico de este suceso traumático. Sin embargo, lo que no es tan conocido es que a raíz de ciertos errores en el sistema judicial tienen que lidiar con un segundo obstáculo: la revictimización.
La revictimización, también conocida como doble victimización o victimización secundaria, hace referencia a las consecuencias psicológicas derivadas de la forma en el que el sistema jurídico, instituciones y profesionales encargados, hayan procedido al prestar atención a la víctima que ha sufrido algún tipo de abuso, generalmente abuso sexual.
Victimización primaria.
No debe confundirse a la revictimización con la victimización primaria. Ésta última se refiere a las consecuencias psicológicas que experimentan las víctimas al haber sido afectadas por un delito.
El mayor inconveniente de la revictimización es que provoca que quienes se vean afectados por ella revivan en su mente los recuerdos de la situación traumática, dificultando su superación. En este sentido, se puede señalar que los niños y adolescentes afectados por la revictimización no ven su salud mental afectada sólo por el delito, sino que también el sistema jurídico y la sociedad influyen negativamente sobre ella.
¿Cómo afecta la victimización secundaria a los niños y adolescentes después del abuso sexual?
Además de múltiples efectos psicológicos, la revictimización puede influir en la calidad del testimonio que tienen que presentar los niños y adolescentes después del abuso sexual. Debido a que en la mayoría de los casos el testimonio de la víctima es la única prueba, este inconveniente puede complicar mucho el desarrollo de los juicios.
Doble victimización en los procesos judiciales
Cabe mencionar que la forma en que el sistema jurídico actúe sobre la víctima puede afectar a la gravedad de la victimización secundaria. En ocasiones los niños y adolescentes tienen que testificar en más de una ocasión, lo cual hace que los efectos de la revictimización repercutan más en la psicología del afectado, haciendo que el trauma se reactive de nuevo las sensaciones vividas en el momento de la agresión.
Mientras más corto sea el proceso judicial y menos veces tenga que testificar el niño o adolescente, menor será el impacto de la doble victimización.
Efectos de la revictimización en adolescentes y niños después del abuso sexual
Los niños y adolescentes afectados por la revictimización tienen que revivir, actualizar e incluso perpetuar en sus mentes la vivencia de abuso sexual. Esto provoca la actividad de la sensación de impotencia y miedo, de la cual se derivan trastornos de depresión, ansiedad y angustia, entre otros.
Estos efectos pueden percibirse por sí solos a causa de la victimización primaria, pero la revictimización multiplica el daño causado. Además, al obligar a la víctima a explicar el hecho traumático que ha padecido, se ve afectada por reacciones psicológicas como la autoculpabilización, la cual es provocada exclusivamente por la revictimización.
Es posible identificar la autoculpabilización en los niños y adolescentes que han experimentado abuso si reaccionan con acciones de aislamiento social y marginación, las cuales pueden agravarse si la víctima se siente estigmatizada y culpada por la sociedad o sus seres cercanos.
Secuelas psicológicas posibles de la victimización secundaria
Si se prolonga por suficiente tiempo, los niños y adolescentes afectados por la victimización secundaria pueden padecer los siguientes síntomas:
- Trastorno de estrés postraumático.
- Trastornos de ansiedad.
- Abuso de sustancias.
- Trastornos depresivos.
- Problemas de autoestima o motivación.
- Desarrollo de tendencias suicidas o paranoides.
- Sentimientos de rabia e impotencia.
- Conductas relacionadas con el miedo o el aislamiento.
- Problemas de concentración y atención.
Cabe destacar que la gravedad de los efectos de la doble victimización en niños y adolescentes puede variar de un individuo a otro. Los antecedentes familiares, comunitarios, individuales e incluso la personalidad del afectado pueden repercutir en lo mucho que la revictimización puede afectar a su salud mental.
Trabajando para evitar de la revictimización en niños y adolescentes
Eliminar por completo la revictimización puede ser difícil en la mayoría de los casos. Sin embargo, se pueden realizar ciertas acciones para hacer que los efectos de este problema sean menos graves para la víctima.
- La enseñanza temprana y reglada de educación afectivo-sexual.
- En niños y adolescentes desde edades tempranas puede contribuir en reducir el impacto de la doble victimización.
- Campañas de concienciación sobre la denuncia y detección de casos de abuso sexual pueden ayudar a las víctimas a evitar los pensamientos de culpa.
- Promover la parentalidad positiva entre padres y madres con el objetivo de la prevención de los casos de abusos sexual en menores de edad. El desarrollo de relaciones familiares positivas crea un ambiente de desarrollo positivo para los niños y adolescentes.
- Psicoterapia especifica en los casos de victimas de abusos. de igual forma, es recomendable que profesionales que trabajen con niños y adolescentes cuenten con una formación adecuada sobre temas de protección y detección de abuso sexual, de manera que, en caso de que detecten un caso de abuso sexual, sepan cómo actuar para evitar los sentimientos de revictimización en el niño o adolescente abusado.
Por otra parte, la creación de protocolos de acción para la detección y gestión de los casos de abuso sexual en la infancia también puede ser una medida muy eficaz
Por último, se recomienda que la primera declaración emitida por la víctima sea manejada como una prueba preconstituida, de forma que se pueda evitar solicitarle que vuelva a declarar lo máximo posible, pues uno de los principales causantes de la revictimización es el hecho de obligar al niño o adolescente a testificar la experiencia traumática en reiteradas ocasiones.
Conclusiones sobre la revictimización
La revictimización es una de las consecuencias poco conocidas de la imperfección del sistema jurídico.
Hacer todo lo posible por reducir su impacto en los niños y adolescentes víctimas de abuso sexual no es suficiente para reparar el daño psicológico que sufren a raíz de la victimización primaria. Sin embargo, influye de manera muy positiva en su posterior recuperación y puede prevenir los efectos negativos que son exclusivos de la revictimización.
Por lo tanto, siempre es recomendable seguir los consejos para no generarla en las víctimas de abuso sexual.
Referencias Bibliográficas
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