Identificar las diferencias entre anhedonia, apatía y abulia no es tarea fácil, dado que los síntomas de cada una de estas patologías guardan mucha similitud entre sí. De hecho, la sensación de no disfrutar placer por algo que antes lo generaba, o la falta motivación las caracterizan a las tres. Sin embargo, más allá de la similitud, existen ciertos matices que permiten establecer diferencias. Para reconocerlos se debe profundizar en sus síntomas, cómo abordarlos y en qué consisten.
¿Qué significa abulia?
En primer lugar, conviene saber qué es la abulia. La abulia consiste en la falta de voluntad, desinterés o pasividad para ejecutar las actividades diarias. Esto la hace bastante similar a la apatía, con la diferencia de que no se trata de una falta de energía, sino una falta de voluntad, pese a contar con la energía para hacer las cosas.
Por ello, las personas abúlicas pierden la capacidad de entusiasmarse, ilusionarse o motivarse ante la realización de cualquier actividad, algo que puede manifestarse en diferentes grados de gravedad. Como resultado, podría dejar de hacer su rutina diaria, lo que puede afectar negativamente a su bienestar. Nuevamente, se trata de un síntoma frecuente de la depresión.
¿Qué es la anhedonia?
En palabras simples, el significado de anhedonia es la incapacidad de experimentar placer. De esta manera, quienes la padecen han perdido la capacidad natural para disfrutar, algo que ocurre temporalmente en la mayoría de los casos.
Se presenta en el cuadro clínico de enfermedades como la esquizofrenia, distimia, períodos posteriores a brotes psicóticos y depresión. Cuando afecta a una persona, no siente ningún interés por aquellas cosas que en el pasado le despertaban placer, pues ya no son capaces de generarlo. Esto da la impresión de que el afectado no siente nada. En algunos casos se presenta en conjunto con la abulia y apatía.
Identificar las diferencias entre anhedonia, apatía y abulia no es tarea fácil, dado que los síntomas de cada una de estas patologías guardan mucha similitud entre sí. De hecho, la sensación de no disfrutar placer por algo que antes lo generaba, o la falta motivación las caracterizan a las tres. Sin embargo, más allá de la similitud, existen ciertos matices que permiten establecer diferencias. Para reconocerlos se debe profundizar en sus síntomas, cómo abordarlos y en qué consisten.
¿Qué significa apatía?
¿Qué es la apatía? Este estado se define como la falta de vigor o energía y como la impasibilidad del ánimo. Quienes presentan apatía no sienten deseos de hacer algo. A diferencia de la anhedonia, la persona sí puede sentir placer al hacer ciertas actividades, pero no cuenta con la energía o ánimos para ejecutarlas.
Es uno de los síntomas más representativos de ciertos trastornos como la depresión, pero puede presentarse en personas que no padecen algún trastorno mental.
¿Cómo identificar la anhedonia, apatía y abulia? Sus diferencias
Ya se han definido las diferencias conceptuales de las tres patologías. Sin embargo, es necesario ahondar en la forma en que se manifiestan sus síntomas, ya que es la mejor forma de identificar cuál de estas tres afecciones presenta una persona.
Síntomas de la Anhedonia
Se manifiesta a través del sentimiento de que la persona se ha vuelto incapaz de experimentar placer o que esta se ha visto limitada. De esta manera, las personas, proyectos u actividades que en el pasado generaban estímulos placenteros, dejan de producirlos.
Síntomas de la Apatía
En este caso, se puede percibir una falta de motivación o interés por hacer actividades. Incluso se presenta una incapacidad en las personas para motivarse a sí mismas. También es posible que la falta de interés esté presente, pero en un grado menor de lo usual.
Sin embargo, la persona puede disfrutar las cosas si logra hacerlas, pese a el sentimiento apático. Se caracteriza por una sensación personal de que no hay energía o motivación que empuje a la persona a querer salir, aprender, conocer, experimentar, entre otras cosas.
Síntomas de la Abulia
Esta patología no se manifiesta con la incapacidad para motivarse o para disfrutar, sino a través de un sentimiento de impotencia para realizar alguna acción. En consecuencia, las personas no pueden hacer lo que desean o tomar decisiones por sí mismas.
Sienten que no tienen capacidad para hacer algo o que les resulta bastante complejo hacerlo. Básicamente, lo que se conoce como la falta de voluntad y se puede interpretar como una incapacidad para ordenar o decidir sobre la conducta propia.
¿Cómo abordar la apatía, anhedonia o abulia?
Para el abordaje de cualquiera de las tres patologías se debe empezar por analizar si existe un trastorno base que los provoque o si se trata de una sintomatología aislada. Esto se logra a través de terapias enfocadas en los síntomas identificados.
Por ejemplo, para la depresión se suele usar terapia cognitiva-conductual y terapia Gestalt La reestructuración cognitiva resulta útil para tratar los pensamientos disfuncionales y la programación de actividades agradable puede reactivar la voluntad y energía del paciente.
Tratamiento de la anhedonia, apatía y abulia
El mejor tratamiento es aquel que es llevado por un terapeuta. Sin embargo, existen ciertas recomendaciones que se pueden aplicar para reducir la gravedad de estas afecciones e incluso para hacerlas desaparecer si el caso no es muy grave.
Lo más recomendable es empezar por hacer una lista de actividades que en el pasado te hacían feliz. Estas pueden ser escribir, bailar, practicar algún deporte, pintar, entre otras. Además, también se deben escribir acciones que es posible realizar, como ir a comprar pan o hacer un recado.
Lo ideal es empezar por pocas cosas para reactivarse, pues si se exige un esfuerzo muy grande, podría verse como demasiado retador e inalcanzable. Al terminar de hacer una acción se debe escribir la sensación que ha provocado. Paulatinamente, se debe incrementar la cantidad de tareas y la dificultad que implica llevarlas a cabo. Con el pasar del tiempo la capacidad de hacer las cosas debería aumentar.
Aunque parezca muy sencillo, para una persona que viva cualquiera de estas tres características de la psique humana, podría ser difícil, sobre todo al principio, por lo que es necesario forzarse un poco a hacerlas, incluso cuando no se tenga el más mínimo deseo de ejecutarlas. Empezar por combatir la apatía, la abulia o la anhedonia con un tratamiento natural es posible aunque, si resulta lo contrario, puede que el único tratamiento efectivo sea acudir con un profesional.
Conclusiones finales sobre anhedonia, apatía y abulia
Existen claras diferencias entre la apatía, abulia y anhedonia, aunque a simple vista parecen generar los mismos comportamientos. Sin embargo, las formas en que se manifiestan difieren entre sí.
En algunos casos son bastante leves y desaparecen con el tiempo, pero cuando se convierten en un problema cotidiano que no hay forma de enfrentar y afecta negativamente al bienestar, la búsqueda de ayuda profesional se vuelve indispensable