¿Tu hijo se desmorona cuando se siente frustrado? ¿Sabes que es la Tolerancia a la Frustración en Niños? ¿Se enfada, grita, pega, llora, se bloquea y evita situaciones donde pueda sentirse frustrado?
Los niños que no se aventuran a pasar por la experiencia de asumir desafíos suelen ser niños y niñas con baja tolerancia a la frustración. Conviene identificarlo lo más rápido posible y ayudarles a resolver el problema de ofuscarse con algo que en ese momento, a ellos,sin nuestra ayuda les parece que no tiene solución.
En este post te vamos a mostrar cómo tratar el tema de la frustración en los niños y niñas .
En la etapa infantil, los niños suelen creer que todo gira a su alrededor, que se merecen todo y que lo consiguen rápidamente en cuanto lo piden. No saben esperar porque no tienen desarrollado la noción del tiempo ni la capacidad valorar que existen los deseos y necesidades de los demás, es decir: no son capaces de empatizar.
Y es durante esta fase cuando como padres debemos entender la importancia que tiene nuestro modo de actuar con nuestros hijos para ayudarles a manejar la frustración. Una vez aprendas cómo ayudar a un niño frustrado, podrás demostrar que manejar la frustración y el fracaso es la clave para mejorar en cualquier cosa en la vida
Por ejemplo, de los primeros acontecimientos de frustración para mi hijo que yo recuerdo, es el de irse a casa, concretamente el dejar de hacer algo que a él le gustaba sólo porque los adultos habíamos decidido que era el momento de dejar de jugar y volver a casa con otras tareas menos entretenidas.
¿Por qué sentimos frustración?
La frustración forma parte de la vida y debemos aprender a manejarla porque es inevitable vivir esta vida sin que pasen cosas que no nos van a gustar o que creamos que tendrían que ser de otra manera.
Es decir, sentimos frustración porque nos pasan cosas que no nos gustan, que nos incomodan, que nos duelen, que nos entristecen. En la medida que aprendemos a integrar esos más o menos habituales de la vida, nos sentimos más seguros porque vamos de un estado de sufrimiento a un estado de aceptación que nos permite continuar con nuestra vida.
¿Qué significa tener baja tolerancia a la frustración?
La baja tolerancia a la frustración es un sentido malestar ante situaciones donde notamos que las cosas no se están dando según lo deseado y nos vamos rápidamente a la rabia, tristeza, sensación de abandono, incapacidad, etc.
¿Qué hacer cuando un niño siente frustración?
1. Observa y espera. No te lances al rescate demasiado pronto.
Se trata de tener paciencia, de esperar y confiar a que encuentre la solución por sí mismo, que él mismo pida ayuda o ofrecérsela como última opción.
Por ejemplo: Cuando mi hijo intente montar mal un rompecabezas, tenemos que esperar a ver cómo lo resuelve: buscar piezas que encaje con la que tiene, buscar por colores, etc. El niño ha de acudir a sus recursos principales y hemos de dale tiempo a que eso suceda.
2. Deja que tu hijo experimente la frustración.
Si nunca experimentan la frustración, ¿cómo pueden aprender a no agobiarse con ella?
Aprender a tolerar la frustración es básicamente superar las cosas difíciles antes de abandonar: aprender a obtener recursos de nuestras capacidades. Ayuda a tu hijo a ser realista y a comprender que la jugada no siempre acaba en gol.
Háblale sobre la dificultad y la habilidad involucradas en algunas actividades. Será importante que tu hijo comprenda que «no se puede ganar siempre”.
3. Fomentar la expresión de las emociones
Ayuda a los niños a identificar sus sentimientos.
Los niños necesitan saber que las emociones (y expresiones) saludables son normales y aceptables.
El simple hecho de saber cómo se sienten y poder hablar de ello les ayudará a sentirse más en control.
Ejercicios para identificar la frustración de tu hijo.
Juega con tus hijos a identificar el enfado.
· DIBUJAR EL CUERPO de un niño que le represente
Pregúntale cómo se siente cuando entra en una crisis por frustración. Juega con tus hijos a identificar, por ejemplo, en un dibujo. Cuáles son los lugares de su cuerpo que se sienten doloridos o diferentes cuando está enfadado. Cuéntale a tu hijo o hija que su corazón se acelera cuando está enojado, y eso hace que su cabeza se sienta mareada, tensión en las manos y ganas de llorar.
Es importante hacer este ejercicio con tu hijo y que coloree todos esos lugares que siente de color rojo. Enséñale a tu hijo que cuando esos lugares comienzan a sentirse rojos, su cuerpo le está indicando que está en un momento de crisis y que busque ayuda para superar su momento frustrante
· IDENTIFICAR LOS DESENCADENANTES
Enséñale a identificar qué ha ocurrido que le haya disgustado justo antes de empezar a sentir esas cosas de las que hemos hablado en el ejercicio anterior.
Los desencadenantes más comunes son:
- Situaciones inesperadas
- Falta de control
- Hambre
- Sueño
- Cansancio
- Sentirse incomprendido por compañero o por adultos
- Desafíos académicos que les parezcan complejos de resolver
- Interacciones negativas por otros niños o niñas.
· ENSEÑARLES A RESTABLECERCE A SU ESTADO DE CALMA
Muéstrale ejercicios de respiración donde poder calmar su mente y desde ahí trasladar esa calma a su cuerpo y emociones. Respira conscientemente con tu hijo, enséñale a salir de su crisis.
¿Qué tipo de consecuencias genera la baja tolerancia a la frustración?
- La ausencia de límites
- Falta de empatía.
- Tristeza y ansiedad
- Falta de ilusión
- Pérdida de confianza en las propias capacidades
- Poco control emocional
- Baja autoestima
- Intolerancia a las opiniones de los demás
- Inflexibilidad
- Manipulación emocional a los otros
- Control
Conclusiones: La exposición a la frustración construye un desarrollo emocional más fuerte.
Los niños con mayor tolerancia a la frustración crecen para ser más felices y exitosos. Entienden que las cosas no siempre son fáciles y agradables, y sobreviven a ello.
Las cosas y retos que pongamos al alcance de los niños deberían ajustarse a sus habilidades, tanto físicas como mentales, y a su momento evolutivo. El infante tiene que sentirse capaz, fuerte y acompañado si se siente inseguro.