Tratamiento TDH infantojuvenil
El tratamiento para el TDH infantojuvenil (trastorno por déficit de atención con hiperactividad) está orientado a la reducción o alivio de muchos de los síntomas que produce este problema de salud mental, el cual suele manifestarse en la mayoría de los casos durante la infancia. Específicamente, desde los siete años.
Se refiere a un trastorno de conducta que, como deja entrever su nombre, está caracterizado por afectar a niños que muestran hiperactividad e impulsividad acompañadas de dificultad para mantenerse concentrados en una sola actividad de manera continua.
Se trata de un trastorno que afecta al bienestar y la calidad de vida, pues los niños y adolescente que lo padecen tienen a tener problemas en sus relaciones familiares, de amistad y con profesores, a lo que también hay que aunar una tendencia a un bajo rendimiento escolar.
¿Qué es el TDAH?
Se denomina como TDAH a una condición cuyo origen se atribuye a cambios estructurales a nivel cerebral. Esto provoca que quienes padecen tal condición presentan dificultad para mantenerse la concentración. Además, algunas personas presentan también síntomas de hiperactividad e impulsividad. Se da con mayor frecuencia en adolescentes y niños.
Se desconoce la cantidad de personas que padecen esta condición. Sin embargo, se estima que, en el caso de Estados Unidos, afecta entre un 5% y 11% de la población. Quienes tienen este problema enfrentan dificultades en habilidades de función ejecutiva.
A raíz de esto, se enfrentan a auténticos desafíos en ámbitos como la vida diaria, el trabajo y la escuela. Esto se debe a que la condición provoca que no les resulte fácil controlar sus emociones, seguir instrucciones y organizarse.
En este sentido, hay que aclarar que el TDAH no se relaciona con la falta de fuerza de voluntad o de la pereza, como erróneamente se cree. Por el contrario, es común que las personas con esta patología realicen un esfuerzo muy grande para controlar sus impulsos y poner atención.
Otra creencia errónea es que solo puede afectar a niños de sexo masculino. No obstante, en la actualidad se sabe que puede afectar también a adultos, incluyendo mujeres y niñas.
Tipos de TDAH y sus síntomas
No todas las personas con esta condición se ven afectadas por los mismos síntomas, pues pueden variar notablemente de un individuo a otro. Por ello, se establecen tres tipos diferentes de TDAH, los cuales se diferencian entre sí por sus síntomas:
TDAH con hiperactividad-impulsividad
Se caracteriza por un estado de emoción constante. Las personas con este tipo pueden manifestar, en consecuencia, los siguientes síntomas:
- Movimientos como saltar, correr y moverse en momentos que se debe mantener esperando.
- Tendencia a hablar mucho en circunstancias donde debería mantenerse el silencio. Por ejemplo, durante una clase.
- Problemas para mantenerse quieto sentado durante mucho tiempo. En clase existe una tendencia a levantarse y moverse mucho en la silla.
- Con frecuencia interrumpen a otras personas en juegos, conversaciones u otras actividades. Además, tienen dificultad para esperar su turno para realizar algunas acciones. Es común que respondan preguntas antes de que terminen de formularlas.
Tipos de TDAH y sus síntomas
No todas las personas con esta condición se ven afectadas por los mismos síntomas, pues pueden variar notablemente de un individuo a otro. Por ello, se establecen tres tipos diferentes de TDAH, los cuales se diferencian entre sí por sus síntomas:
TDAH con hiperactividad-impulsividad
Se caracteriza por un estado de emoción constante. Las personas con este tipo pueden manifestar, en consecuencia, los siguientes síntomas:
- Movimientos como saltar, correr y moverse en momentos que se debe mantener esperando.
- Tendencia a hablar mucho en circunstancias donde debería mantenerse el silencio. Por ejemplo, durante una clase.
- Problemas para mantenerse quieto sentado durante mucho tiempo. En clase existe una tendencia a levantarse y moverse mucho en la silla.
- Con frecuencia interrumpen a otras personas en juegos, conversaciones u otras actividades. Además, tienen dificultad para esperar su turno para realizar algunas acciones. Es común que respondan preguntas antes de que terminen de formularlas.
TDAH con falta de atención o inatento
Quienes se ven afectados por este tipo tienen dificultad para concentrarse en todas sus actividades. Como resultado, pueden omitir algunos detalles o cometer errores. Sus principales síntomas son:
- Cambio de actividades rápido, por lo que no terminan al empezar alguna.
- Cualquier estimulo puede distraer fácilmente.
- Expresión ausente que refleja que no escucha lo que se le dice.
- Dificultad para organizase y tendencia a olvidar actividades pendientes como deberes de la escuela.
TDAH combinado
Básicamente, este tercer tipo es una combinación de los dos anteriores. Por ello, los niños y adolescentes afectados pueden presentar síntomas de ambos tipos.
¿Qué es el TDA?
Generalmente, se usa el término para definir lo que en la actualidad los médicos clasifican como TDAH del tipo con falta de atención. Se considera una forma más sutil del trastorno, por lo que no se relaciona con la hiperactividad. Afecta con mayor frecuencia a mujeres y niñas.
Principales síntomas asociados al TDA
Sus principales síntomas son:
- Falta de atención.
- Problemas de memoria durante el trabajo.
- Distracciones frecuentes.
- Problemas de función ejecutiva.
¿En qué se diferencia el TDAH hiperactivo-impulsivo del TDAH distraído en la vida diaria?
La diferencia se aprecia en los síntomas. Un niño o adulto con TDA/H hiperactivo-impulsivo puede presentar los siguientes problemas durante su vida diaria:
- Errores por descuido como realizar exámenes más rápido de lo que debería, saltándose secciones u omitiendo ciertas preguntas. Un adulto podría evitar corregir algún correo electrónico del trabajo antes de enviarlo.
- Podrían dar la sensación de que están distraídos cuando les hablan, pese a que no exista alguna distracción evidente. También es probable que no terminen asignaciones escolares o laborales o eviten seguir instrucciones al pie de la letra.
- A nivel organizativo presentan muchas deficiencias. Podrían sentirse abrumados para llevar su carga estudiantil en la universidad o realizar acciones del trabajo de forma desordenada.
Por su parte, alguien que presenta TDAH inatento/distraído es común que se enfrente a las siguientes dificultades en su vida diaria:
- Un niño podría tener problemas para concentrarse en tareas como limpiar su habitación o jugar algún juego. Lo mismo aplica en lecturas o conversaciones largas.
- Podrían tener problemas para seguir instrucciones, pero a diferencia del tipo impulsivo, omitirían las actividades en vez de realizarlas de manera incorrecta.
- Tendencia a evitar actividades o tareas que perciban difíciles debido a que exijan un esfuerzo mental constante, como llenar un formulario o revisar algún documento.
- Con frecuencia pierden cosas importantes como artículos escolares, celulares, llaves o gafas.
- Con frecuencia pueden distraerse en el aula ante cualquier estímulo inusual. En el caso de los adultos, la tendencia es hacia desviar los pensamientos hacia algunos no relacionados con la actividad actual.
- Olvidan muchas de sus actividades, como devolver un correo electrónico o sacar la basura.
Causas del TDH
Se desconoce de manera exacta qué lo causa. Sin embargo, gracias a múltiples investigaciones, en la actualidad se han determinado ciertos factores específicos que aumentan el riesgo de padecer esta condición.
De esta manera, se distinguen factores psicosociales-ambientales y de origen biológico que contribuyen a su aparición:
Genética del TDH
Este factor suele explicar la mayoría de los casos de TDAH. Por ello, es más frecuente en personas que tienen antecedentes familiares del trastorno en sus progenitores.
De hecho, su coeficiente de heredabilidad es de 0,76. En otras palabras, aproximadamente el 76% de los casos tienen un origen genético. Sin embargo, esto no implica que la genética actúe directamente. Por tanto, no existe certeza de que un padre con TDAH tenga hijos con el trastorno.
Factores neurobiológicos
Algunas investigaciones señalan que el TDAH podría originarse como resultado de alteraciones en los ganglios basales, circuitos cerebrales del córtex prefrontal y las conexiones frontoestriadas. Esto explicaría los fallos en los mecanismos de inhibición y autocontrol y del sistema ejecutivo según una base neurobiológica.
Ahora bien, el origen del fallo se encontraría en desequilibrios de los neurotransmisores de adrenalina y dopamina, los cuales tendrían como resultado que la producción de ambos neurotransmisores no sea la adecuada.
Debido al déficit en la producción, los circuitos reguladores de diferentes zonas del cerebro tendrían problemas, los cuales tendrían como resultado problemas para planificar, organizar, regular la conducta y dirigir el foco de atención, ya que son responsables de todas estas acciones.
Factores psicosociales
Otras investigaciones arrojan que ciertos factores ambientales durante la etapa de gestación y cerca del nacimiento pueden aumentar el riesgo de TDAH. Entre estos se encuentran la ansiedad materna, tabaquismo y estrés. Cabe mencionar que estos estudios aún no son lo bastante sólidos como para concluir que existe una relación directa.
Por otro lado, si bien es cierto que factores como la educación recibida, el estilo de crianza o la cultura no pueden originar el trastorno, sí pueden influir en su evolución e incluso pueden empeorar los síntomas.
Tratamientos aplicados al TDH y TDAH
El tratamiento para el TDAH infantojuvenil incorpora el uso de servicios educativos, asesoramiento, medicamentos y terapia conductual. No se trata de tratamientos aplicados capaces de curar el trastorno, pero sí de reducir muchos de sus síntomas.
Los medicamentos estimulantes suelen ser uno de los principales tratamientos, ya que pueden ayudar a normalizar los neurotransmisores cerebrales, mejorando notablemente los síntomas. Las anfetaminas y los metilfenidatos son los de uso más común.
La crianza y la educación de un niño con TDH en la familia
La educación y la crianza, como ya se mencionó, tienen una gran influencia en los síntomas del TDAH. Por tanto, el papel de los padres puede influir en la reducción o empeoramiento de la gravedad del trastorno. Las siguientes recomendaciones son clave para ayudar a un niño o adolescente con esta condición:
Involucrarse directamente
Es necesario seguir el tratamiento indicado por un especialista de la mejor forma posible. Además, resulta muy útil aprender mucho sobre todo lo relacionado con el TDAH. Asimismo, se debe acompañar al niño a cada una de las sesiones de terapia o de consulta.
En el caso de que se hayan recetado fármacos, se deben dar siempre en las horas que el médico indique. Se debe evitar modificar la dosis, salvo que le médico lo indique y también es importante mantener resguardados los medicamentos en un área segura.
Indagar sobre cómo afecta el TDAH al niño
No todas las personas se ven afectadas de la misma manera, ya que cada niño es diferente. Es clave comunicarse con el niño para identificar cuáles son los problemas que enfrenta debido a su trastorno. De esta manera se pueden obtener consejos específicos del especialista que ayuden al niño a superar las dificultades con las que lidia en la vida diaria.
Enseñar al niño por pasos
No es recomendable pretender enseñar a un niño con TDAH varias cosas al mismo tiempo. Por el contrario, es más eficaz concentrarse por completo en una sola cosa en cada ocasión.
Involucrarse en la escolaridad del niño con TDAH
Resulta útil hablar con los maestros para saber si ven necesario que el niño reciba algún tipo de educación individualizada. Asimismo, se debe mantener una comunicación constante con estos para saber cómo está evolucionando su situación académica y si es necesario que el niño reciba algún tipo de ayuda educativa.
Buscar apoyo en prfesionales especializados en TDAH
Existen muchas organizaciones de apoyo para personas con TDAH, las cuales ofrecen información, ayudas y herramientas para el trastorno. Conectarse con ellas puede resultar muy útil en una gran variedad de campos.
Investigar posibles antecedentes familiares de TDAH
Muchas veces el TDAH presenta antecedentes familiares. Por ello, existe la posibilidad de que el niño tenga parientes con el trastorno que no son conscientes de ello. La realización de un diagnóstico en otros familiares puede mejorar las cosas dentro del círculo familiar del niño.
Debate en la interpretación del TDAH y el TDH
Existe cierto debate con respecto a la forma en que se debe interpretar el TDAH y el TDH, ya que el TDA se considera un trastorno psicológico o neurobiológico. Es decir, que no debería interpretarse como un diagnóstico médico.
A raíz de esto, desde 1994 múltiples médicos usan de manera indistinta el término TDAH para describir cada uno de los tipos del trastorno, incluyendo aquellos que no involucran la hiperactividad. Pese a esto, en la actualidad existen aún profesores o adultos que usan el término TDA para referirse a los síntomas y presentaciones de esta condición que se relacionan solo con la falta de atención.
Conclusiones en la interpretación del TDAH y el TDH
El TDAH es un trastorno que puede afectar notablemente el bienestar de quienes lo padecen, pues representa importantes obstáculos en la vida diaria que no están presentes en la vida de todas las personas. Si bien no tiene cura, por medio del apoyo de un especialista y una crianza adaptada las circunstancias, estas dificultades se pueden reducir.
De esta manera, quienes lo padecen pueden vivir una vida plena. La clave está en adoptar un tratamiento aplicado efectivo.
Referencias bibliográficas
- Rodillo, B. E. (2015). Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) en adolescentes. Revista Médica Clínica Las Condes, 26(1), 52-59
- Esperón, C. S., & Suárez, A. D. (2007). Manual de diagnóstico y tratamiento del TDAH. Ed. Médica Panamericana.
- Taborda, A., & Abraham, M. (2007). Algunas consideraciones respecto al diagnóstico y tratamiento farmacológico del TDA-TDAH. Cuadernos de psiquiatría y psicoterapia del niño y del adolescente, 43(44), 195-230.