El earthing grounding, también conocido como conexión a tierra, es una práctica ancestral que ha sido redescubierta en las últimas décadas por sus múltiples beneficios para la salud mental y física.
Para ejercitar esta técnica es necesario establecer una conexión directa con la tierra a través del contacto físico de nuestro cuerpo con el suelo. Dicha conexión permite el intercambio de electrones entre nuestro cuerpo y la tierra, lo cual puede tener efectos positivos en nuestra salud y bienestar emocional.
Al estar en contacto directo con la tierra, nuestro cuerpo absorbe electrones que tienen un efecto antiinflamatorio y antioxidante. Además, esta práctica ayuda a equilibrar nuestro sistema nervioso y a mejorar la calidad del sueño, lo que favorece la recuperación del organismo y disminuye la fatiga.
¿Qué significa estar conectado a tierra?
Estar conectado a tierra, en el contexto del earthing grounding, significa establecer una conexión física con la superficie de la tierra, permitiendo que nuestro cuerpo se beneficie del flujo natural de electrones.
Esta conexión puede realizarse de diversas maneras, como caminar descalzo sobre la hierba, la arena o la tierra, o utilizando dispositivos de earthing que facilitan la conexión a tierra incluso en entornos urbanos o interiores.
¿Durante cuánto tiempo se hace Grounding?
Aunque no existe un tiempo específico recomendado para la práctica del earthing grounding, investigaciones recientes han demostrado que períodos cortos de conexión a tierra pueden proporcionar beneficios significativos en la salud. Por ejemplo, un estudio realizado en Estados Unidos (Chevalier, et al, 2013) encontró que una sesión de grounding de tan solo 30 minutos logró reducir la viscosidad sanguínea, un factor de riesgo importante en enfermedades cardiovasculares.
En caso de que se opte por practicarlo por períodos más amplios, la evidencia científica actual sugiere que es posible obtener más beneficios. Específicamente, otro estudio determinó que dormir durante 8 semanas utilizando una sábana de conexión a tierra puede mejorar la calidad del sueño, disminuir el dolor y reducir los niveles de cortisol, una hormona relacionada con el estrés (Ghaly y Teplitz, 2004).
Ahora bien, aunque los resultados de este último estudio se observaron en personas que practicaron el earthing grounding durante ocho semanas, esto no implica que no se puedan obtener beneficios similares durante una exposición más breve. Simplemente, aún no se han hecho suficientes investigaciones al respecto.
En este sentido, existe un tercer estudio que descubrió que, con una sesión de una hora de conexión a tierra usando un parche conductor, se pueden percibir mejoras positivas en el funcionamiento del sistema inmunológico y reducción de la inflamación (Brown, Chevalier y Hill, 2015).
En vista de los resultados de estas investigaciones, queda claro que la duración y frecuencia óptimas de la práctica pueden variar según las necesidades individuales y el estilo de vida de cada persona. Por lo tanto, se recomienda adaptar la práctica del earthing grounding a las circunstancias personales y al entorno disponible, con el objetivo de maximizar sus beneficios en la salud y el bienestar.
¿Qué beneficios tiene pisar la tierra?
Aunque ya se mencionaron algunos beneficios reportados por diferentes investigaciones científicas, de manera más específica el earth grounding ofrece los siguientes beneficios:
- Reducción del estrés y controla la ansiedad.
- Mejora del sueño.
- Disminución de la inflamación.
- Mejora de la circulación sanguínea.
- Ayuda a estabilizar el cuerpo.
- Reajusta la mecánica de la pisada
- Estimula la circulación sanguínea
- Incrementa la energía.
¿Cómo se practica el earthing o grounding?
El earthing grounding puede practicarse de diversas maneras, tales como:
- Caminar descalzo sobre superficies naturales como la hierba, la arena o la tierra. Esta práctica permite una conexión directa con el terreno y favorece el intercambio de electrones.
- Realizar actividades como la jardinería, yoga o meditación al aire libre con contacto directo con la tierra también facilita la conexión a tierra y sus beneficios.
- Para aquellas personas que no tienen acceso a superficies naturales o que prefieren practicar el earthing grounding en interiores, existen dispositivos como las alfombras y las sábanas de conexión a tierra que permiten establecer la conexión a tierra de manera más cómoda y práctica.
Tipos de conexión a tierra o earthing
Existen diferentes tipos de conexión a tierra que pueden adaptarse a las necesidades y preferencias de cada persona:
Conexión a tierra natural
Consiste en el contacto directo de nuestro cuerpo con la superficie terrestre, como caminar descalzo sobre la hierba, la arena o la tierra. Este tipo de conexión es ideal para personas que disfrutan del contacto directo con la naturaleza y tienen fácil acceso a superficies naturales, como parques, playas o campos. De igual forma, es recomendable para aquellos que buscan una práctica sencilla y efectiva sin la necesidad de adquirir dispositivos adicionales.
Conexión a tierra parcial
Se refiere al uso de objetos conductores, como una piedra o una rama, que permiten establecer una conexión con la tierra sin un contacto directo con el suelo. La conexión a tierra parcial puede ser adecuada para personas que tienen dificultades para acceder a superficies naturales o que prefieren no caminar descalzos, pero aún desean experimentar los beneficios del earthing grounding.
Esta opción también puede ser útil en situaciones en las que el contacto directo con el suelo no es posible o no es seguro, como en áreas con terrenos accidentados, contaminación o presencia de objetos punzantes.
Conexión a tierra artificial
Incluye el uso de dispositivos de earthing diseñados específicamente para facilitar la conexión a tierra en entornos urbanos o interiores, como las alfombras y sábanas de conexión a tierra.
Resulta especialmente recomendable para personas que viven en entornos urbanos o que tienen dificultades para acceder a espacios naturales al aire libre. También es adecuada para aquellos que prefieren practicar el earthing grounding en interiores, como en sus hogares u oficinas, debido a las condiciones climáticas o la falta de tiempo para realizar actividades al aire libre.
Los dispositivos de earthing, como las alfombras y sábanas de conexión a tierra, facilitan la práctica del earthing grounding en entornos controlados y cómodos, lo que puede ser especialmente beneficioso para personas con afecciones de salud específicas, como trastornos del sueño, dolor crónico o enfermedades inflamatorias, que buscan mejorar su bienestar y calidad de vida a través de esta práctica.
Precauciones al andar descalzos
Hay que tener en cuenta algunas precauciones a la hora de andar descalzos para evitar lesiones o transmisión de hongos.
Como es sabido, en instalaciones deportivas como piscinas, gimnasios o duchas no está permitido andar descalzo, pues corremos el riesgo de infección o contagio de hongos o pie de atleta.
No es recomendable tampoco para las personas diabéticas, debido a que, por su condición, pueden sufrir el llamado pie diabético.
Aquellas personas que se sientan inseguras sin calzado o tengan alguna lesión que les impida moverse con seguridad sino tienen el tobillo bien sujeto, deben abstenerse de andar descalzos.
Conclusiones
El earthing grounding es una práctica antigua que ha sido redescubierta por sus beneficios en la salud física y mental. La conexión a tierra permite que nuestro cuerpo absorba electrones de la tierra, lo cual ayuda a reducir el estrés, mejorar la calidad del sueño, disminuir la inflamación y mejorar la circulación sanguínea.
Además, incorporarlo dentro de nuestra vida diaria es muy fácil, ya que practicarlo puede ser tan simple como caminar descalzo sobre superficies naturales o utilizar dispositivos de earthing para establecer la conexión a tierra en entornos urbanos o interiores.
Gracias por vertir sus conocimientos y hacer caminar por los caminos de la sabiduría.