La mente humana y los mecanismos de atracción son ampliamente complejos, existen múltiples fenómenos relacionados con ellos que continúan siendo un misterio. La hibristofilia es uno de ellos: se da cuando alguien se siente fuertemente atraido por un criminal.
Se trata de una parafilia sexual o perversión bastante extraña, ya que a priori no es natural acercarse a algo que comporte peligro, por eso resulta perturbadora. Además, sus características también son muy peculiares, ya que es mucho más frecuente en mujeres que en hombres.
Los hibristofílicos no perciben a los criminales como personas malignas y peligrosas, sino como personas sexys e incomprendidas que necesitan mucho amor. Esta parafilia es capaz de generar atracción incluso por criminales especialmente peligrosos, aun en casos donde sus crímenes han estado dirigidos específicamente hacia mujeres.
¿Qué es la hibristofilia?
El término fue acuñado por primera vez en los años cincuenta por el psicólogo John Money. Deriva de la palabra griega hibris “atentar contra alguien” y filo “tener afinidad por”. También se conoce como “Síndrome de Bonnie y Clyde”.
Actualmente, se considera que el concepto se refiere únicamente a la “excitación por mantener relaciones sexuales con criminales”. Sin embargo, cuando se originó el concepto, fue concebido como algo más complejo.
A través de sus investigaciones, Money descubrió que las mujeres heterosexuales son más afectadas por esta perversión. Además, no solo se determinó que podían sentir excitación sexual con las parejas con antecedentes criminales de asesinato, violación o robo, sino que la atracción también podía ser romántica.
Es importante señalar que la hibristofilia se clasifica en dos tipos. Se diferencian de acuerdo al grado de implicación que puede tener quien padece la parafilia en la relación, hasta el punto de intervenir en los delitos.
1. Hibristofilia Pasiva
En este tipo, la persona solo presenta una atracción sexual, sin que esta llegue a escalar a un nivel romántico. Además, no se interviene en los delitos del criminal. Por el contrario, es común en este tipo la creencia de que a través de proporcionar amor y compañía el criminal puede dejar atrás su vida de crímenes.
Asimismo, se tiende a creer que el criminal no será capaz de causar daños e incluso se excusa su comportamiento peligroso.
2. Hibristofilia Agresiva
En este tipo la persona sí se vuelve partícipe de los delitos del criminal. La forma en que se materialice esta participación puede variar de acuerdo a los tipos de delitos que realiza el criminal, pero algunas formas de apoyo incluyen participar activamente al robar, asesinar o violar, conseguir víctimas o ayudar a deshacerse de los cadáveres.
La persona con hibristofilia no logra reconocer que está siendo manipulada por su enamorado. Además, llega a creer ciegamente en un amor inexistente. Esto la empuja a buscar la aprobación del criminal y a intentar conseguir su amor.
Cuando la obsesión se convierte en complicidad: El lado más oscuro de la hibristofilia
Aunque no es común, en los casos más extremos de hibristofilia la mujer puede convertirse en un auténtico cómplice del criminal.
Fenómeno Fangirls por los delincuentes y asesinos
Por extraño que suene, son conocidos múltiples casos de criminales famosos que han logrado conseguir despertar el fenómeno de fangirls, como si se tratara de artistas o deportistas reconocidos.
Estos criminales han recibido correo en prisión por parte de sus fanáticas, que se caracteriza por sus connotaciones sexuales o amorosas. En algunos casos ha llegado tan lejos el fanatismo que los criminales se han casado con sus fanáticas.
Las motivaciones detrás de las mujeres por estos asesinos son variadas. Muchas veces se debe a que desean notoriedad y saben que al relacionarse con estos asesinos la conseguirán.
También es posible que el fenómeno se dé porque algunas mujeres perciben a estos criminales como hombres increíblemente atractivos y viriles. En otros casos la motivación surge de la creencia de que, en el fondo, los criminales no son más que niños indefensos que, con el apoyo y amor de la persona correcta, serán capaces de redimirse.
Síndrome de Bonnie and Clyde
Popularmente, la hibristofilia es llamada síndrome de Bonnie and Clyde. Hace referencia a una pareja de ladrones y criminales estadounidenses que llegó a ser muy famosa entre 1931 y 1934, años en que se consideraron como “enemigos públicos” por parte de la prensa.
Esta pareja fue conocida por el gran amor que se profesaban, hasta el punto de que estuvieron juntos hasta el día en que murieron.
¿Es la hibristofilia una enfermedad mental?
Los manuales de diagnóstico actuales no clasifican a la hibristofilia como enfermedad. Se trata realmente de una parafilia, es decir, una forma anormal de obtención del placer sexual. Por tanto, debe considerarse como una preferencia sexual desviada y no como una enfermedad.
Cabe mencionar que solo es considerada como trastorno en los casos en que es imposible obtener un orgasmo o placer sexual sin relacionarse con criminales o situaciones que los involucren. Debido a las escasas investigaciones que se han realizado sobre esta parafilia, es difícil estimar la cantidad de personas que la presentan.
Por otra parte, se considera como una parafilia y no una preferencia particular normal, ya que quienes la padecen se exponen a riesgos para su salud física y mental. A esto hay que sumar la posibilidad de que puede empujar a las personas a cometer delitos en un contexto de complicidad.
¿Existe algún tratamiento?
Como ocurre con otras parafilias, el tratamiento utilizado se aplica solo en casos donde sea imposible obtener excitación sexual si no es con criminales o cuando su existencia representa algún tipo de repercusión negativa en la vida diaria. En este sentido, aún no se ha logrado diseñar un tratamiento único.
No obstante, se han identificado ciertas técnicas que pueden ser muy efectivas. Por ejemplo, pueden usarse técnicas cognitivas para modificar e identificar los pensamientos que dan pie al síndrome de Bonnie and Clyde.
También puede ser útil usar técnicas de programación de la masturbación para debilitar la asociación mental entre el placer sexual y las personas peligrosas. De esta manera, queda claro que en todos los casos el paciente debe recibir un tratamiento individualizado de acuerdo a las características de su parafilia.
Ejemplos de hibristofilia: querer a un monstruo
Hay muchos casos famosos de esta parafilia que han llegado incluso a ser cubiertos por programas televisivos. A veces se han llegado a romantizar crímenes muy atroces, provocando que ciertos criminales alcancen altos niveles de fama. Entre los más conocidos destacan estos ejemplos:
Bonnie & Clyde
Un caso muy conocido, hasta el punto de que es usado para darle otro nombre muy popular a esta parafilia. De acuerdo a múltiples historiadores, Bonnie se casó a los 16 años, teniendo una infancia muy difícil. Cuando conoció a Clyde, se dice que el romance surgió a primera vista.
En un principio, Clyde abandonó la vida criminal para intentar tener una vida normal, pero eventualmente su verdadera naturaleza delictiva volvió a aflorar. Después de estar preso algunos años por robo, él y su amante se convirtieron en una peligrosa banda delictiva que llegó a ser mundialmente conocida. Murieron juntos en 1934.
Charles Mason
Un asesino mundialmente conocido que usó el movimiento hippie en 1967 para impulsarse, llegando a obtener un gran número de seguidores, siendo en su mayoría mujeres.
El asesinato más conocido de Mason fue el asesinato de la actriz y modelo Sharon Tate estando ésta embarazada de ocho eses. A este asesinato se le sumaron los de varios miembros del equipo de rodaje que trabajaban con el director Roman Polanski.
Ted Bundy
Pese a haber asesinado a una gran cantidad de mujeres, Ted Bundy contaba con una gran cantidad de fanáticas. Conoció a una admiradora a través de correspondencia mientras estaba preso y se casó posteriormente con ella.
Josef Fritzl
Popularmente apodado como “El Monstruo de Amstetten”, recibió una gran cantidad de cartas de amor por parte de sus fangirls tras ser encarcelado.
La hibristofilia llevada al cine
El cine ha mostrado múltiples retratos de la hibristofilia. Algunas de las películas más conocidas relacionadas con este tema son:
- Bonnie & Clyde (1967).
- Malas Tierras (Badlands, 1973).
- The Honeymoon Killers (1969).
- Asesinos natos (Natural Born Killers, 1994).
- Escuela de jóvenes asesinos (Heathers, 1988).
Conclusiones sobre La hibristofilia
La hibristofilia es una de las parafilias más enigmáticas que existen, dado lo extraño que resulta el que una persona, generalmente una mujer, llegue a sentir una atracción intensa por un hombre que puede representar un auténtico peligro para ella.
Se han documentado múltiples casos famosos reales de dicha desviación, pese a que no sea especialmente común. Además, solo es considerada como un trastorno cuando tiene algún tipo de repercusiones negativas para quien la padece.
Referencias bibliográficas
- Pasquarelli, D., Mastronardi, V. M., & Calderaro, M. (2021). Hybristophilia:» cause mama I’m in love with a criminal». Rivista di Psicopatologia Forense, Medicina Legale, Criminologia, 26(1-2-3).
- Strutz, K. (2022). Extremely Insensitive, Shockingly Misleading and Dangerous: Exploring the Implications of Romanticizing Serial Killers in Film.
- Sarteschi, C. M., & Sarteschi, C. M. (2016). Public Interest in Mass and Serial Murder. Mass and Serial Murder in America, 5-15.
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