¿Qué es la pareidolia? Cuando los objetos parecen una cara
El cerebro tiene formas curiosas de funcionar que a veces dan pie a lo que se conoce como fenómenos psicológicos. Uno de los más curiosos es la pareidolia. Ocurre cuando las personas reconocen una figura humana o una cara en objetos vagos y no reconocibles.De esta manera, lugares inesperados u objetos que no fueron diseñados con forma humana, son percibidos como si tuvieran un rostro.
¿Por qué sucede cuando vemos caras en los lugares y objetos?
Este fenómeno psicológico sucede debido a que la información sensorial visual (o auditiva en algunos casos) es procesada por mecanismos específicos del cerebro que se encargan de codificar lo percibido y lo traducen en una respuesta, esta respuesta es la interpretación de caras donde no las hay realmente.
Estas expresiones faciales percibidas pueden reflejar emociones como tristeza, enfado, alegría o asombro, de la misma forma que se reconocen en los rostros humanos.
¿Qué factor interviene en la percepción de situaciones de pareidolia?
Entre los principales factores que intervienen en la presencia de situaciones de pareidolia se encuentra la predisposición innata del ser humano a reconocer rostros y la forma en que el cerebro procesa el sistema visual.
Existen varias teorías sobre el porqué esto es así. Asimismo, se teoriza sobre que la pareidolia podría ser el fenómeno responsable de avistamientos como los del monstruo del Lago Ness, ovnis y el descubrimiento de mensajes al reproducir audios al revés.
La principal teoría para explicar la producción de la pareidolia propone que el cerebro humano, a través de la evolución, desarrolló la capacidad de reconocer expresiones, patrones y rostros. El fin de esta habilidad no es otro que influir en su forma de percibir el mundo que le rodea y en sus interacciones sociales.
Esto es necesario ya que se trata de una ventaja evolutiva: es una capacidad indispensable para diferenciar a personas no hostiles de depredadores.
Para entender esto, imaginemos a un hombre de las cavernas, que podría activar su instinto de supervivencia al identificar un rostro en las sombras, que era en realidad una simple nube (pero podría no haberlo sido). Si este hombre logró sobrevivir mediante la selección natural frente a aquellos que carecían de esta ventaja evolutiva, es natural que esa habilidad se haya mantenido en los seres humanos hasta la actualidad.
Es innegable que el cerebro está codificado con la capacidad de responder ante las amenazas. Por eso, contemplar la pareidolia como un instinto de supervivencia es una idea que tiene sentido.
Si la nube hubiera sido un depredador o una persona hostil, gracias a la este fenómeno de ver caras en objetos o en las nubes, nuestro hombre de las cavernas ya habría entrado en un estado de alerta para defenderse, lo que habría supuesto la diferencia entre la vida y la muerte.
La pareidolia es una enfermedad
Debido a lo extraña que resulta, algunas personas se cuestionan sobre si este fenómeno podría ser un indicativo de algún tipo de enfermedad. Como ya se mencionó, se trata de un mecanismo de alerta y protecció ante las amenazas, por lo que no es considerado como una enfermedad.
Por el contrario, podría ser indicativo de una buena salud cerebral, ya que deja en evidencia que las conexiones cerebrales están en buen estado.
Pareidolias auditivas
A diferencia de las pareidolias visuales, que son más comunes, las auditivas consisten en la percepción de voces en ruidos aleatorios. Esta puede percibirse en sonidos como chirridos, sonidos de coches, cantos de pájaros o cualquier otro.
Ocurre debido a la capacidad del cerebro para traducir los sonidos y hacerlos similares a sonidos conocidos. Por ello, algunas personas podrían llegar a pensar que cosas como chirridos les están comunicando algo.
Incluso se han dado casos en los que el canto de las aves es interpretado como canciones u oraciones. En este sentido, la interpretación está fuertemente influenciada por los conocimientos previos y expectativas.
¿Quién descubrió la Pareidolia?
Fue descubierta por Jeff Hawkins, un neurocientífico que se encargó de explicar el fenómeno psicológico mediante su teoría de memoria-predicción sobre el funcionamiento del cerebro.
La teoría de memoria-predicción se basa en la capacidad del cerebro para identificar patrones. Hawkins teoriza que el córtex tiene la capacidad de crear modelos del mundo usando los estímulos recibidos.
Según la teoría, los modelos del mundo se construyen a través de jerarquías temporales y espaciales usando la memorización de secuencias y patrones. Gracias a esto, es posible que el cerebro haga predicciones y reconocimientos.
Tal mecanismo para reconocer y predecir se genera en un área específica de la corteza temporal cerebral. Se conoce como “área fusiforme facial” y se ha reconocido no solo en los humanos, sino también en algunas especies de animales.
Las pareidolias más conocidas
Existen algunas pareidolias famosas que son mundialmente reconocidas:
Caras de Bélmez
Fue uno de los casos de pareidolias más conocidos de España. Se trata de unas imágenes que aparecieron en el suelo de la cocina de María Gómez Cámara en 1971, en un pueblo de Jaén. Las manchas, provocadas por pigmentaciones sobre el cemento del suelo, adoptaron formas de rostros humanos, calaveras y otras partes del cuerpo. En su momento causaron tanto revuelo que miles de personas y parapsicólogos visitaron el lugar para conocerlas.
Cara de Marte
Se trata de un rostro percibido en el planeta rojo. Tras su avistamiento, causó mucho revuelo en el ámbito astronómico. Cabe mencionar que la sonda Mars Express reveló posteriormente que sólo se trata de un montículo de Marte que, a través de las sombras, crea un patrón similar a un rostro.
Roca elefante
Es una formación rocosa natural que se encuentra en la isla Heimaey, Islandia. Asemeja la forma de un elefante sumergiendo su trompa en el océano. Es tan conocida que se ha convertido en un destino turístico muy importante en el país, pese a que se trata solo de rocas basálticas con arrugas.
Dinero diabólico
Esta pareidolia surgió en 1954, en Canadá. Sucede que, en los billetes de la Reina Elizabeth, quienes se fijaban en el cabello de la reina, podían reconocer a un demonio.
A diferencia de otras pareidolias famosas, en esta la presencia no fue una simple casualidad, sino que fue obra de un trabajador de la fábrica de la moneda perteneciente al IRA que pintó el cabello de la reina para que surgiera la ya mencionada figura. Posteriormente, se retiraron estos billetes de circulación y muchos llegaron a reeditarse.
Orquídea mono y orquídea bebé
La primera es una conocida flor caracterizada porque su forma permite reconocer el rostro de un mono. La segunda es un tipo de orquídea en la que es posible percibir la forma de un bebé en un canasto.
Pareidolia en fotos
Este fenómeno también es usado como recurso artístico por la fotógrafa Helga Stentzel. Gran parte de su obra pivota alrededor de la idea de ver formas en las nubes y ver caras en objetos. En especial, su serie “Laundry Faces Series” juega con la ropa tendida en las casas para formar rostros. Está claro que la artista coloca los objetos para forzar la pareidolia, pero el efecto no deja de ser sorprendente y divertido.
Conclusiones
Aunque se trate de fenómenos extraños, las pareidolias no deben ser motivo de miedo o alarma. Se trata de uno de los tantos mecanismos cerebrales diseñados con fines de supervivencia.Asimismo, es un fiel reflejo de la forma en que el cerebro humano se encarga de codificar y traducir las imágenes y audios percibidos para darles su propio significado a través de patrones previamente reconocidos.
BIBLIOGRAFIA:
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