En la era digital en que vivimos, la forma en que nos comunicamos ha tenido una evolución notable, dando pie a nuevos fenómenos como el ghosting, que consiste en cerrar algún tipo de relación afectiva a través de cortar el enlace comunicativo que ofrecen las redes sociales.
Es decir, contrasta con la tradicional forma de terminar las relaciones de forma presencial y se limita al entorno virtual. En este sentido, desaparecer sin dar explicaciones a través de Internet se convierte en una opción de romper el vínculo muy fácil y cómoda para quien la práctica.
Por el contrario, no es así para la persona sobre quien se aplica el ghosting. El dejar de responder mensajes o llamadas y cortar cualquier clase de comunicación es un acto irrespetuoso que siembra múltiples emociones negativas sobre quien lo sufre.

Tipos de Ghosting
⮾ Ghosting intermitente
Se da cuando la persona que está infringiendo ghosting aparece de forma intermitente en la vida de la persona que ha sido abandonada. Estas señales se darán de forma esporádica, a través de las redes sociales y simplemente a través de likes, emoticonos o pequeños comentarios. Pero en ningún caso implicarán una relación más profunda.
⮾ Minighosting
En este caso las conversaciones sí continúan, pero los mensajes se responden de forma excesivamente tardía. Además, sólo un integrante las comienza, que es la persona afectada.
⮾ Ghosting pasivo
Bajo este tipo no se desaparece inmediatamente sin dejar rastro, sino que se comienza a cancelar con anticipación cada intento de encuentro presencial. Además, la comunicación se mantiene a través de “likes” en las fotos, pero no existe conversación entre las personas involucradas.

Causas de Ghosting
Teniendo en cuenta lo peculiar que resulta cortar un vínculo afectivo de este tipo, es natural preguntarse qué puede llevar a una persona a usar esta estrategia. Al respecto hay que decir que la mayoría de las causas suelen atribuirse a la conducta social moderna.
Se han hecho más cotidianas las relaciones individualistas y superficiales. Esto ha provocado que se le dé menor valor a los vínculos afectivos y, en consecuencia, también una menor profundización en ellos. Todo ello da pie a que se vea como algo muy natural cortar el vínculo de forma contundente y sin remordimientos.
Por otro lado, las características de las nuevas tecnologías también actúan como una causa, ya que han habituado a las personas a la posibilidad de no ofrecer una respuesta. De hecho, hay quien puede ver el ghosting como algo completamente normal.
Ahora bien, más allá de la falta de empatía tan común en las sociedades individualistas actuales, las siguientes son las principales razones por las que una persona podría decidir practicar ghosting:
1. Para huir de la relación o por miedo
Existen situaciones en que uno de los implicados puede haber cometido un acto que haya dañado o asustado a la otra persona, hasta el punto de que haya decidido cesar la relación de forma inmediata.
En estas circunstancias, el ghosting se presenta como una opción para acabar con relaciones tóxicas o casos de acoso. También es posible aplicarlo con personas que recuerdan a las situaciones o experiencias que hicieron daño.
2. Falta de Interés
Esta es la causa más frecuente. Se da cuando la persona cesó el contacto simplemente porque no tiene más interés en continuar con él. También puede suceder que la persona que desaparece sin dejar rastro nunca tuvo mucho interés en la relación o que incluso nunca llegó a valorar el contacto.
De igual forma, puede ocurrir que la persona que ghostea no desee dejar claro el fin de la relación, precisamente para dejar abierta la posibilidad de volver en algún momento. Es más frecuente que estas cosas sucedan en las apps de citas, ya que el contacto a través de dichos medios suele ser rápido y sin ninguna vinculación.
3. Evitar en conflicto
Esta causa se da con más frecuencia cuando ya existe una relación plenamente establecida entre ambas partes. La persona que ghostea podría tener miedo de enfrentarse al fin de la relación o de hacer daño a la otra. Es decir, tiene dificultades para terminar con la relación.
Esta estrategia se presenta entonces como una forma de evitar la incomodidad de ver a la otra persona sufrir o de tener que enfrentarse a lo que podría decir. En ocasiones, se da la falsa creencia de que terminar la relación de esta forma causa menos sentimientos de rechazo y de dolor.
4. Castigo
Hay quienes utilizan el ghosteo como una forma infantil de castigo. Buscan hacerle daño a la otra persona desapareciendo de su vida y sin darle razones para hacerlo. En los casos de infidelidad es más frecuente, ya que también facilita olvidarse de la otra persona.
Qué hacer si te hacen Ghosting
Se ha vuelto tan popular esta práctica que casi cualquier persona podría acabar enfrentándose a ella en algún momento. Sin embargo, pese a la cotidianidad, no es algo a lo que resulte fácil reaccionar.
Cuando se presente, lo primero es asegurarse de no llegar a conclusiones precipitadas, ya que hay muchas razones por las que una persona podría dejar de contestar, y que no implican necesariamente que haya decidido desaparecer sin dejar rastro. Por ello, es viable enviar un mensaje tiempo después para preguntar si pasó algo.
Si después de un tiempo esa persona aún no contesta, es necesario comenzar a aceptar la posibilidad de que no tiene interés en seguir en contacto. No es fácil lograrlo, pero es algo muy necesario. Al hacerlo se debe dejar de intentar contactar a la otra persona.
Seguidamente, se debe trabajar en que no es algo que dependa de nosotros ni algo por lo que debemos culparnos. Si bien es cierto que podemos querer encontrar una explicación, no debemos intentar buscarla cuando la otra persona no va a darla. Por ello, no sirve de nada seguir preguntándose por qué decidieron hacernos esto, sino simplemente seguir adelante con nuestra vida.
Además, se debe evitar percibir al ghosting como algo normal, ya que no lo es y no debemos esperar que se presente en futuras relaciones. No todas las personas actúan de la misma forma. Al principio es natural sentirse bastante mal, pero pese a ello se debe tener la fuerza para no interrumpir las actividades cotidianas y no caer en el aislamiento social.
Aunque se trate de una situación difícil de atravesar, continuar realizando aquellas actividades que nos resultan placenteras ayudará a superarla
¿Qué es el «curving»?
El curving es otra forma de actuar en la era digital que guarda algunas similitudes con el ghosting. Consiste en un rechazo tan sutil hacia una persona que ésta podría no notarlo. Y tiene algunos puntos en común con el minighosting.
Quienes efectúan el curving no dicen directamente que no tienen interés en la otra persona, pero tampoco niegan tenerlo. Esta forma indirecta de rechazo ofrece a quien lo practica la ventaja de que podrá mantener a la otra persona cerca para su propia conveniencia.
Esto constituye a una forma pasivo-agresiva de relacionarse. Se vale de las excusas en todo momento. Por ejemplo, cuando se tarda mucho tiempo en responder mensajes, se dan excusas para justificarlo que no implican una razón real para tardar en contestar.
Este trato se caracteriza por no comenzar las conversaciones y sólo dar respuestas poco emotivas, tardías y esporádicas. Por tanto, las interacciones se vuelven aburridas y cortas, pero sin que en algún momento se manifieste directamente que ya no se quiere volver a ver a la persona.
En algunos casos la estrategia es más manipuladora, ya que la persona podría hacer planes para verse, pero con la intención de posteriormente cancelarlos en el último minuto.
¿Los amigos también hacen Ghosting?
Aunque es más frecuente entre las relaciones de pareja, también es posible que se presente en relaciones de amistad por las causas anteriormente mencionadas.
La responsabilidad afectiva: aprender a hablar de sentimientos
La responsabilidad afectiva consiste en el punto de equilibrio entre aquello que sentimos y pensamos y la consideración de aquello que sienten y piensan quienes nos rodean, especialmente en el ámbito de los vínculos afectivos.
Esta responsabilidad busca establecer un balance entre lo que nos afecta a nosotros y a los demás. No busca que anulemos lo que sentimos, pero tampoco ignorar lo que sienten los demás.
Quienes tienen responsabilidad afectiva son conscientes de que aquello que dicen y hacen puede tener un impacto en las personas con las que se relacionan y actúan en consecuencia.
Esto no quiere decir que una persona responsablemente afectiva busque hacerse cargo de la gestión emocional de terceros, sino simplemente que considerará de qué manera pueden reaccionar las emociones de los demás ante sus acciones.
Sucede que en el ghosting no existe responsabilidad afectiva, ya que la persona que lo práctica no piensa en el daño emocional que causará a la otra persona con su comportamiento.
Es válido terminar una relación cuando una de las partes no desea continuar con ella, pero a través de la responsabilidad afectiva es posible hacerlo de tal forma que se minimice el daño hacia la otra parte.
Conclusiones sobre el Ghosting y sus características
El ghosting se ha convertido en una práctica cada vez más frecuente ahora que la tendencia de la sociedad está centrada en relacionarse a través de las redes sociales. A pesar de su popularidad, no es un comportamiento normal, sino que es grosero e irresponsable desde un punto de vista afectivo.
Puede ser difícil soportarlo, pero es necesario hacer el esfuerzo de lidiar con él para superarlo y recuperar el bienestar emocional, incluso cuando esto implique tener que atravesar por un proceso de duelo.
Referencias bibliográficas
- Pinzón Salcedo, E. R. (2020). El Ghosting como fenómeno de ruptura virtual en relaciones de pareja.
- LeFebvre, L. (2017). Ghosting as a relationship dissolution strategy in the technological age. The impact of social media in modern romantic relationships, 219-235.
- LeFebvre, L. E., Allen, M., Rasner, R. D., Garstad, S., Wilms, A., & Parrish, C. (2019). Ghosting in emerging adults’ romantic relationships: The digital dissolution disappearance strategy. Imagination, Cognition and Personality, 39(2), 125-150.